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Leer en busca de una intención.

En el ámbito de la filosofía, la interpretación de los textos no siempre se centra en lo que significan literalmente, sino en lo que buscan resolver. La lectura con intención va más allá de la simple decodificación de significados, adentrándose en la búsqueda de respuestas a problemas específicos o en la captación de estados emocionales, de aprendizajes conductuales.

Esta práctica de leer no solo por el contenido sino por la intención detrás de él, nos lleva a preguntarnos: ¿cómo podemos profundizar nuestra visión? Es aquí donde la curiosidad religiosa juega un rol crucial, transformando gestos, formas y palabras en conceptos y enunciados cargados de significado. 

¿Cómo el acto de leer con intención permite al lector y al autor interactuar con problemas filosóficos y afectivos, promoviendo una comprensión más rica y profunda de la realidad a través del lenguaje y su evolución?.


Imagen conceptual de la lectura con intención en filosofía, mostrando cómo se transforman gestos y formas en conceptos profundos, con elementos que representan la evolución del lenguaje y la captación de afectos.



Pueden existir lecturas por la búsqueda de una intención, si es el encuentro con un problema que aclare un estado de cosas, a partir de ahí sería lectura por intención (y no por significación) como las lecturas místicas de textos orientales, o religiones antiguas. Siempre se pretende ver más, ¿cómo consigo ver más?, esta es la curiosidad religiosa que conceptualiza gestos y formas y los enlata en palabras y enunciados…

Cuando se lee en busca de una intención se absorbe progresivamente un problema, el autor desarrolla un estilo a través del cual propicia la captación de afectos (esto lo hace el filosofó, el músico, el poeta, el pintor…) Algunos autores usan modos de pensamiento que se desplazan por rutas no-comunes, que potencian devenires no-masificados. Son autores no comprendidos, autores que pretenden afectos sin lengua y hablan de ellos en una lengua extraña, son estos quienes realizan la función de actualizar el tramado lingüístico de su época, y podrían llamarse; conceptualizadores, enunciadores, creadores o algo común a estos tres. Actúan como si la lengua se alterase por momentos y grados de afección, como si en la historia de las palabras algunas quedarán vacías por "economía emocional", y naciesen nuevos afectos que necesitasen de estas.

Pues, si hay palabras vacías de afectos y viceversa, estos autores realizan el trabajo de enunciación, necesitan la palabra que a través del mejor (más útil) enunciado consiga conceptualizar un afecto que cambia. Y sería una de las más virtuosas acciones de la filosofía.

Del Logos al Texto Digital: Reflexionando sobre el poder del lenguaje en la era moderna

Pintura rupestre antigua de un profeta hablando a una multitud, con un trasfondo de comunicación digital y redes sociales, que simboliza el poder del lenguaje hablado y la transición al lenguaje escrito.



En una era donde la comunicación digital y la sobreinformación dominan nuestras vidas, donde las redes sociales y la instantaneidad de la comunicación han transformado cómo interactuamos y pensamos, es necesario reflexionar sobre los orígenes y el poder del lenguaje. Hoy, inmersos en problemas como la polarización política, la crisis de la verdad, y la superficialidad en las interacciones humanas, es crucial recordar la profundidad y la capacidad transformadora del pensamiento simbólico, especialmente en su forma más pura: el logos. 

Este no es simplemente un ejercicio académico, sino una vuelta a las raíces de cómo los antiguos modelaban su mundo, cómo la palabra hablada fue fundamental antes de la escrita, y cómo la escritura, al "congelar" el habla, ha permitido no solo la transmisión del conocimiento sino también el desarrollo de sistemas de pensamiento que moldean nuestras cosmovisiones. Nuestro legado lingüístico y simbólico puede ofrecernos herramientas para enfrentar y entender los desafíos contemporáneos de la comunicación, la educación y la construcción de identidades culturales en un mundo cada vez más interconectado pero, paradójicamente, más fragmentado.

La capacidad superior del pensamiento simbólico ligada al logos no es algo aburrido. Nunca lo fue. Reproducir la imagen de un jabalí en piedra para nuestro antepasado incurría en modelar el mundo real (y el simbólico), transformar el cuerpo comunicativo común de todo un grupo en una época prehistórica, y acompañado de historias, en noches de lluvia dentro de la cueva —frente a las pinturas— la charla del pre-filósofo inundaba las paredes y tejía a la par el imaginario colectivo.

La palabra hablada fue antes que la palabra escrita en todas las culturas, así lo reflejan lingüistas y antropólogos (también Google que solo ha encontrado el 2% de las lenguas que existen escritas en internet) que coinciden en proponer al profeta, o al filósofo del pueblo como aquel que dominaba la palabra hablada y las formas de hacérsela entender al hombre antiguo, con sus palabras de raíces enraizadas en pequeñas culturas de grupos, había que girar la palabra contra sí misma, gritarla bien alto y chocarla de frente contra la multitud para que esta gente pudiese entender algo de lo que encerraban estas. Estos profetas entendían realmente bien el poder de las palabras y los conceptos, frágiles por depender del entendimiento; si eran conceptualizadas por una multitud eran alzadas como estandarte, casi siempre significadoras de un gran número de aldeanos en grandes periodos de tiempo. Y este gran poder del profeta existía por lo lejano que aparecía para el aldeano de estas tierras antiguas la palabra escrita. Pocos que sabían leer. Pocos sabían descifrar. Y quienes pensaban que palabras eran cosa de dioses eran mayoría. De aquí el gran poder del profeta en esta época de profetas.

La escritura es un sistema gráfico de anotación del lenguaje que “congela” el habla y la convierte en duradera. Es el mayor placer del teórico, permite el orden, el sistema y la demostración. Así, ofrece algunas ventajas que no ofrece el habla en el discernimiento de las ideas y su acoplamiento en “el alma”, un cuerpo puede inventarse a sí mismo con mayor control, placer y suficiencia si los conceptos que lo componen se ordenan en palabras escritas, que si lo hacen en palabras habladas. Como un “corpus” spinoziano conectado por un millón de partes en un millón de sitios, formándose en un solo cuerpo demostrable y otros tantos cuerpos axiomáticos. 

Obras gigantescas y placeres infinitos unidos en casos extraordinarios a las palabras escritas. El filósofo más útil es el que crea un sistema, con esto quiero decir que es el más útil para el lector con deseo de aprender, de comparar y discernir en una filosofía. También hay conceptos únicos que se incluyen en sistemas no muy grandes, o en sistemas abstractos (poco concretos) que hacen incomprensible al concepto que tiene valía (y estúpido al filósofo que se esconde en esta forma abstracta) y muy poco útil la teoría como conjunto. Un escrito tiene que hacerse entender, de otra forma no será muy diferente de un continuo de rayas y puntos en cualquier orden. El placer está en lo simple escrito de “un millón de formas”, cuanto más concreto mejor.

La satisfacción en el ejercicio de la filosofia y el deporte.

Hombre practicando filosofía y deportes, con un fondo caótico, mostrando un enfoque ligero y alegre hacia la filosofía.



En un contexto donde el ruido y la velocidad tienden a desbordarnos, ¿quién se plantea la búsqueda de una existencia más plena y satisfactoria?.

En medio del caos y de una vida repleta de obligaciones la clave para encontrar plenitud podría residir en adoptar una actitud más lúdica, y menos trascendental hacia la vida y la filosofía. Pues la filosofía, lejos de ser una disciplina que deba resolver todos los enigmas del universo, puede y debe ser vista como una actividad alegre y vital, similar al deporte en su capacidad para proporcionar placer y desarrollo personal.

Esta absoluta seriedad con la que a menudo se aborda la filosofía, no permite, no solo el crecimiento, sino tampoco el placer por aprender. Hay una paradoja y es que en la superficialidad y el desinterés por lo trascendental, podemos encontrar lo verdaderamente significativo.

En busca del hombre satisfecho.


El mundo se ha convertido en un lugar caótico y peligroso, y la vida en una sucesión de obligaciones sin sentido que nos dejan vacíos y desconformes, hoy es necesario, más que nunca: volver a jugar, quiero decir, que lo verdaderamente importante es quitar cualquier importancia trascendente, para ejercitar una filosofía alegre y de naturaleza viva. Esto es lo más “relevante” de todo: que no existen preguntas importantes.

¿Qué impide el acceso a la satisfacción? Se puede pensar que lo que se le exige a la filosofía es que solucione los grandes problemas de la humanidad, que dé respuesta y sea capaz de crear el sistema filosófico perfecto donde cualquier acontecimiento pueda predecirse. Pero, si uno se fija con el detenimiento y alegría necesario, no tardará en darse cuenta de que tanto el acto filosófico como la práctica deportiva representan una satisfacción frívola, y un ejercicio tan ligero e insustancial que observaría la filosofía como una ciencia de deportistas. Ya que dentro del hombre biológico existe un hombre lujoso que disfruta del deporte como de la filosofía, y, como si para estos la cosa superflua fuese la cosa necesaria, o el desinterés manifiesto en el ejercicio de la filosofía y el deporte actuase como un don no extraño, viven acompañados del regocijo de un cuerpo intenso y en continuo cambio, y al contrario ocurre para aquellos estudiantes inmóviles, de ideas fijas e imaginación colapsada, cuyas caras reflejan la máxima importancia teórica, que sin pasar por la prueba intensa de la experiencia se hace incapaz de crear la individualidad, sin poder dar sentido, ni placer, ni llenar su vacía depresión.

Y por cualquier calle que me preste a dar un paseo cerca de la (1)facultad de filosofía escucho: que el sistema de cuerdas no llega a explicar totalmente “el todo”, y en lo más, que algunas otras teorías -también creadas por departamentos de “marketing”- no cumplen con las expectativas creadas, y la respuesta real y cruda: que el filósofo no-individualizado, el que no se adueña de la teoría ni se impregna en ella con toda la intensidad posible, no encontrará el goce ni la capacidad de juego que requiere el ejercicio de la filosofía.

No hay que tomar la filosofía muy en serio, y al igual que en deporte hay que hacerse consciente del juego, y ocuparse del juego y su ejercicio, la filosofía puede escribirse como literatura y con la misma importancia -que es la mínima de cualquier escrito, ya que es incapaz de solucionar los problemas de la humanidad sin a la vez producir una transversalidad de la identidad.

Hasta aquí lo que pretendía analizar y describir: ¿cómo hace el hombre que se place?, o ¿de qué forma su cuerpo actúa como trampolín?. Ahora se puede pensar que el hombre contento de sí mismo, es el más consciente y lujoso pensador, y a la vez, creador de sí mismo y su entorno. Es decir, que actúa como filósofo y deportista.

(1) Conversaciones de este tipo abundan en la facultad, puede que, al menos, el 50% de los estudiantes de filosofía padezcan de alguna patología como la depresión común o busquen el sistema “perfecto”.

La utilidad de la filosofía en la era del consumismo: ¿Es necesaria hoy más que nunca?



¿Hacer filosofía es una utilidad?
Creo que la mayoría de la gente nunca entendió que es, y para qué sirve la filosofía, así, pretendo exponer la necesidad primaria constituida en el acto de hacer filosofía. Ya que parece aceptado: que los filósofos eran útiles hace dos mil años y no ahora, o hace 500 y no ahora. Cuando yo creo, desde mi pequeño y flexible punto de vista, que es esta la época donde más filosofía se hace y donde más se necesita de su acto.

Ilustración de una persona con una idea de bombilla iluminada en medio de una avalancha de conceptos comerciales, que simboliza la búsqueda de una auténtica comprensión filosófica en un mundo impulsado por el consumo.

Lo que pasa —martillo en mano— es que nuestras cabezas se parecen más a cajas de MCDonalds que a cuerpos sensibles palpitantes y acechantes. La idea siempre ha sido dominio del hombre individual y la sociedad el refugio de conceptos débiles y demás personas sin ambición o identidad. Ya que, solo tras el paso de cientos de años ideas de grandes hombres que dominaban circunstancias y lugares, pasaron a dominio “del pueblo” —o de esa densidad de personas guiadas- ya debilitadas, carentes de fuerza y solo relevantes como reducto histórico. En este sentido, lo actual nunca a sido dominio de muchos. Y ahora, en nuestra época vivimos más sociales que nunca, la información social es muy abundante y nos llega por todos lados, ya está en la televisión, radio, internet, prensa, etc. Todo está mediatizado con las primeras marcas, los conceptos principales a entender —esos que están en todas partes— forman parte del marketing de un nuevo móvil, un coche, una idea de negocio, y, ¿dónde queda el concepto que activa al hombre y lo sube sobre sus hombros?. Este es el concepto que interesa y el más difícil de encontrar. Son todo productos a la venta. Conceptos a la venta. Y necesidades inventadas para generar ventas sobre un producto.

No amigo, es solo una apariencia poderosa, pero no es alguna. ¿Sabes que todos los conceptos que llegan a ti por canales mercantiles son conceptos de pago?, esos conceptos llegan a ti porque alguien ha pagado para que entren en tu cabeza, en este sentido, hay un interés en que pienses eso que quieren que pienses. Por otra parte, un interés tan notable como cualquier otro. Pero de pago, eso sí.

El concepto útil nunca fue fácil de encontrar, Maquiavelo no regaló su libro “el Príncipe”, ni expuso públicamente alguna idea contenida en él, hasta el día en que fue apresado por objeto de traición a la orden de Lorenzo de Medici, en Florencia. Fue entonces cuando desveló su secreto al Gobernante, solo a la espera de cierta gratitud que le valiese para escapar de tal mazmorra. Se ha de tener en cuenta que el libro de Maquiavelo cambio una época. Así como los libros de Sade, de la clase rica y “pudiente” de esta época tan cristiana, asentada en los altos placeres de la sociedad, y sabedores de la impenitencia del Cristianismo, que guardaron su secreto celosamente. O Spinoza, que no desveló su secreto hasta después de muerto, este si, sabedor de que podía ser perseguido por todas las religiones pudientes de Ámsterdam, y quizás también, de que su libro no iba a ser comprendido hasta cientos de años después de su muerte.

Hubo épocas donde la filosofía de los grandes nombres brotaba como publicidad verdadera para el autodominio y el saber. Pero estos eran años en los que los filósofos gozaban de buena salud: Deleuze, Foucault, Heidegger, Wittgenstein, Schopenhauer, Kant, etc. ¿Quién había más famosos que ellos?, ni un futbolista, ni un tertuliano, ni un “famosillo de su casa” como los de ahora. Pero aun en esta época no se conocían en profundidad las ideas de estos grandes filósofos tanto como sus nombres, salían en las noticias, los dictadores de uno y otro bando hablaban y apoyaban a unos u otros, en el diario se decía del orgullo que ofrecía tal pensador para el pueblo que fuere, etc. ¿Y la idea?, en realidad pocos accedían a ella. Siempre ha sido trabajo de pocos.

Ahora, que decir de nuestra época, ¿se hace filosofía?, más que nunca. La filosofía está en todos lados, el hombre que piensa por sí mismo, el que inventa su idea en su concepto como una tela de araña, hace filosofía. Y el gran pensador existe, no muy conocido por su nombre, pero no cesa. Y ya no es ese catedrático de filosofía, ni el profesor de universidad, y si lo es, no lo es por su labor en el aula. Si no por su labor de inventar la idea, la forma, y el acoplamiento.

Parece que el hombre que piensa y descubre tiene una especie de colchón invisible que ahuyenta el ruido mediático y el concepto de pago.

Diferencias entre filosofía conceptual y lógica




Lógica formal vs filosofía conceptual.


Gato y niño compartiendo un mapa conceptual, con el gato expresando emociones a través de maullidos y lenguaje corporal, el niño entendiendo a través de gestos, en una habitación donde solo ellos pueden ver esta conexión

¿Son filosofía conceptual y lógica formal, ciencias enfrentadas?, ¿comparten intereses comunes o son independientes?.

¿Existe un conflicto abierto entre la lógica formal y la filosofía conceptual?, en un principio todo indica que así es, la primera dicta que el proceso lógico antecede —obligatoriamente— a la producción de enunciados, en cambio, la segunda —con Deleuze y Guattary como articipes— dijo alguna vez que posición de deseo, producción de inconsciente y producción de enunciados son una, y la misma cosa.

Todo parece indicar que son posturas contrapuestas, y así se puede constatar a través de los últimos comentarios en las redes sociales. En cambio, para quien escribe no son tan contrapuestos, intentaré explicarme; La forma lógica consiste básicamente en la aceptación de una serie de axiomas demostrados experimentalmente como verdaderos, para después pasarlos de uno en uno a través de una maquinaria lógica, desgranarlos, juntarlos, y volverlos a mezclar respetando en toda medida las reglas lógicas de prudencia y producción de enunciados -Desde Aristóteles hasta Alfred Tarski, o  Benoit Mandelbrot- para, a su fin, poder constatar con absoluta certeza que lo que se enuncia, corresponde a la realidad más absoluta, en valor de verdad.

 Ya por la segunda opción, no es muy lógico a simple vista que la producción de inconsciente y enunciados compartan algo en común con cualquiera posición de deseo, y menos aún que formen una misma cosa y actúen como sinónimos. No para cualquiera. La solución está en los cuerpos Spinozianos -padres de lo que ahora llamamos conceptos, ¿qué es un cuerpo?, es cualquier clase de medida ideal que se valga y actúe por ella misma, ¿es un cuerpo nuestro propio cuerpo?, no para la filosofía conceptual, que ve más bien una multiplicidad de cuerpos al mismo tiempo, independientes, que luchan por llevar el control, y luchan contra nuestros mismos afectos. Para que todos nos entendamos no hablaremos más de cuerpos, que es palabra antigua y malentendida en su época, sino de conceptos, es decir, ideas compuestas por alguna utilidad ligada al lenguaje y acto, creado por y para el hombre. Dicho de otro modo, usables y “embutidas” en nuestras palabras y contextos, de tal modo que nos sirven de utilidad para comunicar y formalizar nuestras ideas.

La disyuntiva existe en la viabilidad de una producción conceptual y su posible aceptación como verdad, a la que respondo, si, absolutamente, la producción conceptual, en todos los casos, comparte valor de verdad, si no en todos los casos de realidad, al menos de una especie de realidad individualizada, no generalizada. Pongo un ejemplo para bien explicar: solo imaginando la comunicación de un crio con poco más de dos años de edad con su mascota, el “gatito” de ojos claros, rubio a rayas, en busca y al acecho del juego con el pequeño compañero humano. Que uno y otro tienen que inventar un lenguaje: mitad humano infantil, mitad felino doméstico. Y su comunicación depende de la imitación, la emisión, y la intromisión en las formas del lenguaje del otro, las reglas lógicas son diferencias extremas entre comunicadores —no hay consenso lógico— el pequeño infante no ha aprendido a diferenciar una falacia de un enunciado con valor de verdad —puede que nunca lo haga— y “el gatito” no los diferenciará nunca, en cambio, emite expresiones entendibles por el pequeño, incrustados en maullidos, pequeñas carreras ante gestos de levantar la mano, posiciones de vigilancia al infante que, rápidamente cambian cuando él se levanta, etc. Niño y animal, comparten un mapa conceptual común a sus dos cuerpos. Cosa que ningún otro en la habitación puede apreciar con ellos.

Volviendo al problema principal de esta entrada, expongo ahora unas cuantas líneas a modo de conclusiones. Afirmo que cada materia pretende un fin diferente. La materia lógica constituye una forma de encontrar valores de verdad aplicables, y posteriormente enunciables para el común general de la sociedad y/u otras ciencias. La filosofía conceptual intenta crear lo más útil para el individuo, y a su vez, es creado por y para el mismo, o, por y para los individuos que lo generen. Un enunciado es aplicable, útil, y comunicable, aun sin pasar por una corrección lógica y formal, y a la vez, en muchos casos, más útil y aplicable que uno que haya pasado por esta, pero, eso sí, tiende —por naturaleza— a afianzarse como individual e individualizable.




Explorando la Magia Urbana y la Deriva Chamánica: Cómo los Símbolos y Espíritus Influyen en la Transformación Personal

Un mundo mágico lleno de espíritus, encrucijadas, dioses y símbolos, que representa un viaje a través de estados mentales y emocionales, con un enfoque en la transformación y la comunicación con los espíritus, ambientado en un contexto urbano, que combina elementos antiguos y modernos.
Un mundo mágico lleno de espíritus, encrucijadas, dioses y símbolos, que representa un viaje a través de estados mentales y emocionales, con un enfoque en la transformación y la comunicación con los espíritus, en un contexto urbano.

 

El texto de Stephen Grasso que más adelante se muestra, es complejo y místico, la práctica de la deriva urbana es una técnica que trasciende el simple paseo por la ciudad para transformarse en una exploración mágica y espiritual. 

Pero, ¿es un potencial peligro la complejidad de internalizar y reinterpretar este vasto simbolismo? Que algo pueda encontrarse en cada cruce de caminos, cada espíritu invocado y cada hechizo lanzado. La deriva, como método, no busca solo entretener mientras interactúa con el entorno urbano, sino que desafía al practicante a redefinir su realidad, enfrentándose a los riesgos de la desorientación mental y la alienación social. 

Este análisis ofrece una visión sobre cómo esta práctica "mágica" puede servir tanto como herramienta de cambio personal como de desconexión con la realidad convencional, entrando en esa delicada línea que el practicante debe caminar puesta entre la magia y la locura.

Y es que me parece algo peligroso, en cuanto que tienes ante tus manos miles de símbolos a interiorizar: “cruce de caminos, Dioses, magia, espíritus…” otorgándole a cada uno una función para conseguir algo, muy lioso, y perturbador, pues lo más difícil de cambiar, es el significado antiguo… que pueden hacer que el trayecto hacia el cambio quede a medio camino … Depresiones, ansiedad, …


Me da la impresión de que la deriva, trata de conseguir un estado de ánimo distinto ante una situación específica, el texto te induce a visualizar una imagen perturbadora, con el contra-sentido de no tenerla en la mente para experimentar ese ánimo, por lo que después de haber estudiado el significado de cada símbolo, y de posicionarse el lector de estos peligrosos textos en un cruce de caminos, se decide a avanzar absorbiendo cantidad de estímulos cargados de significado, y este debe estar con la mente en blanco, y que al dar con uno que nos afecte positivamente, después se ha de volver al cruce de partida, —dice el texto—.

El peligro principal se encuentra en la idealización a la que obliga la temática, lo que propicia un distanciamiento en vocabulario entre individuos de la sociedad, probablemente al utilizar estas palabras en un contexto occidental, acabarías siendo “el brujo” del barrio, cerrándose el círculo de encuentros a unos pocos individuos.

Es un peligro pues, después de aceptar estas palabras con los significados y las experiencias que se pueden asociar a ellas, no sé yo en que momento se puede tener dificultades para diferenciar la paranoia de la recepción estimular. 

Aquí dejo una muestra de un texto para combatir la desinformación, sirva para defenderse de este tipo de trampas esotéricas que abundan en internet.

—Stephen Grasso, Más allá del pavimento, la bestia. —



Una vez has pelado la cáscara de grisez urbana del mundo y descubierto un mundo mágico lleno de espíritus, la siguiente fase es ver lo que puedes hacer con ese mundo, cómo puedes hablar con estos espíritus y averiguar qué podrían hacer por tí. La técnica de la deriva no sólo revela magia, sino que es un proceso de vínculo con ella. Tiene muchas aplicaciones distintas, y puede usarse en variedad de contextos. Puede usarse como un método de comuniacción directa con el “genus loci” o espíritu de un lugar en particular o de un área geográfica más ámplia, o como forma de diálogo con cualquier entidad con la que estés trabajando. Puede servir como un método de recoger potentes ingredientes y materiales para rituales, o para buscar respuestas a cuestiones adivinatorias. Las aplicaciones prácticas de la deriva son numerosas, y el mago imaginativo descubrirá sin duda muchas más. Puede llevarse a cabo practicamente en cualquier sitio y momento; así, es ideal para esas situaciones en las que no estás preparado y quieres improvisar alguna forma de magia poderosa.


Los mecanismos de la deriva son sencillos. Estás intentando caminar entre mundos y traer algo útil. Es en esencia un viaje chamánico que tiene lugar en tiempo real, como el opuesto al concepto de viaje interno (como los trances de percusión de tribus indígenas como los jíbaros). La deriva te fuerza fuera de tu cómodo templo con calefacción central y te pone en el mundo como muy pocas prácticas en lo oculto. Saca tu magia al mundo, en un sentido muy real y muy físico.


Una deriva puede empezar de muchas maneras, dependiendo de la situación y el intento. A veces las derivas pueden ser espontáneas. Si has internalizado la práctica lo suficiente, no es raro verte arrojado a una deriva chamánica virtualmente en cualquier momento. Salir a por un brik de leche, volver a casa desde el pub o ir de tiendas pueden transformarse a menudo en magia fuerte de un minuto al otro. La deriva espontánea puede afilar tu sensibilidad y adapatabilidad a un grado muy alto, pero para obtener los mejores resultados, tienes que ser capaz de recibir y filtrar “información” de forma efectiva. La deriva es una práctica oculta de alto riesgo en lo que respecta a tu salud mental, ya que favorece un nivel de apertura a la comunicación espiritual que puede dar miedo. Antes de que te des cuenta, eres ese tipo loco que habla con cosas invisibles por la calle y busca en las papeleras secretos ocultos. Esto va bastante unido a esta forma de trabajar, así que para empezar, es bastante útil aprender un método de activarlo y desactivarlo.


Es importante recordar que lo que estás haciendo es intentando “caminar entre mundos”, con el énfasis en la palabra “entre”. Es relativamente fácil acabar en caída libre con esta práctica y convertirte rapidamente en un paranoico lunático, pero no es lo que se pretende. Es tu habilidad como hechicero lo que te permite navegar con seguridad las áreas más salvajes de la consciencia y traer algo útil de vuelta. Para conseguir asentar la práctica de la deriva, has de desarrollar suficiente capacidad a la hora de mediar entre tu existencia normal del día a día y la experiencia hiper-real chamánica.

Manual de supervivencia para marcianos.


Esta es una de esas cosas rarísimas que no pasan nunca. Llego a mis manos un texto escrito por marcianos. Y en él se explicaban las precauciones a tomar, para una inserción segura.

Panfleto futurista 'Guía de Supervivencia Marciana para la Tierra' con textura de metal orgánico, eslóganes humorísticos y serios sobre precauciones en la Tierra, colores vibrantes y advertencias sobre bichos voladores, agua y plantas.


Pero, parecía escrito por un marciano avispado. En primera línea comenzaba un gran eslogan: ¿Harto de que bichos voladores picoteen tu bonita nave?, Utiliza Max frith 3.0, repelente aéreo contra aves terrestres. Y después, seguía así, produciendo más eslóganes pegadizos; “Dar un paseo por la tierra puede ser peligroso” “Tome precauciones”.

Pero ya dejé de leer, tenía prisa, cogí la propaganda. Tenía que llegar al bar y hablar con mi amigo.

Y allí estaba, Roberto, mi amigo, en un mediodía ordinario de la costa del sol, con una cerveza pedida esperándome en una terraza. 

Me senté y le enseñé el panfleto; que era fino y con una textura peculiar, no de papel, sino de algo así como “metal orgánico”. El título estaba en Español: “Guía de Supervivencia Marciana para la Tierra”.

La portada era un desastre de colores brillantes, como si un arcoíris hubiera chocado con ella, y en primera línea estaba el gran eslogan: ¿Harto de que bichos voladores picoteen tu bonita nave? Utiliza Max Frith 3.0, repelente aéreo contra aves terrestres. Roberto quedó hipnotizado por el mensaje. Al abrirlo, el texto continuaba con una serie de eslóganes pegadizos y absurdamente prácticos para cualquier marciano que se aventurara en nuestro planeta:

“Dar un paseo por la tierra puede ser peligroso”
“Tome precauciones”
“¡Evite los charcos de agua! Pueden ser trampas de microbios terrestres”
“El sol no es tu amigo. Usa crema solar marciana”
“Las plantas pueden ser curiosas, pero mantén tus tentáculos lejos de ellas”


La guía era una mezcla de humor y seriedad, como si el marciano que la escribió tuviera un profundo conocimiento de la Tierra, pero también un sentido del humor muy marciano. Cada frase estaba diseñada para captar la atención y, a la vez, advertir sobre peligros que ni siquiera habíamos considerado. 

Y Roberto, con sus teorías conspiranoicas y su amor por la ciencia ficción, estaba allí, sin dar medio trago. Sus ojos eran platillos volantes.

“¿De dónde sacaste esto?”, preguntó, casi sin aliento.

“Estaba dos cruces antes del mercado de libros de segunda mano, en el suelo, junto a un bordillo de la acera, pero creo que este panfleto no es precisamente viejo. Es… marciano”, respondí, intentando mantener la seriedad.

Roberto lo leyó en silencio, cada eslogan le arrancaba una risa o una expresión de sorpresa. Finalmente, levantó la vista y dijo, “Esto cambia todo. Necesitamos investigar más. ¿Y si hay más marcianos aquí, entre nosotros, preparándose para una invasión… o tal vez solo para unas vacaciones?”

Desde ese día, Roberto dejó de llamarse así, al menos para mí era como un “hombre marciano frustrado”. Se convirtió en su misión personal demostrar la existencia de extraterrestres. Y comenzó a buscar más señales, más pruebas de la presencia marciana en la Tierra.

Desde ese día cada paseo con Roberto por Málaga era una aventura cósmica. Y aunque nunca encontró más textos, la guía marciana se convirtió en su talismán, recordándole que incluso en lo ordinario, lo extraordinario está al acecho.

En cambio, para mí ese panfleto marciano no era un talismán, ese regalo a Roberto me había convertido en un profeta de una religión marciana que ni siquiera conocía, y detestaba ser eso, aunque solo fuera visto así por Roberto; Que una persona íntima tuviera una idea así de mí era infame.

¿Cómo pudo ese panfleto convertir a mi amigo Roberto en "el hombre marciano" y a mí en un profeta patético?.

Ese panfleto y sus consecuencias me enseñaron que hay un riesgo muy grande para la salud, y para la amistad, en cualquier pequeño descubrimiento. Sobre todo si ese descubrimiento altera con tanta violencia la idea de sí mismo que Roberto se tenía.

¿Qué es en filosofía el subjetivismo?

Subjetivismo de un rinoceronte.

El Subjetivismo en Filosofía: Una Exploración de la Perspectiva Personal

El subjetivismo es la rama filosófica que toma como factor primario para la verdad la individualidad mental y material del sujeto, siempre cambiante y no trascendente hacia alguna verdad absoluta o universal.

El Subjetivismo es una doctrina filosófica que entiende que todo conocimiento depende del individuo, lo que a primera vista le parece a un sujeto una clase de juicios objetivos, solo lo son para él, es decir, los juicios son verdaderos o falsos independientemente de lo que creamos, esperemos o queramos, pero según esta doctrina que lo sean solo depende de cómo veamos la realidad.

Se puede ser subjetivista si ante unos juicios, pese a las apariencias, externos a nosotros como individuos, actuamos como si fueran juicios acerca de nuestras actitudes, creencias, emociones, etc. También se puede negar que esos juicios sean verdaderos o falsos, alegando que son órdenes o expresiones de actitudes camufladas. En Ética, por ejemplo, una concepción subjetivista del segundo tipo -conocida como emotivismo- afirma que los juicios morales son meras expresiones de nuestras actitudes positivas y negativas.

Otro ejemplo: el prescriptivismo, que también es una concepción subjetivista del segundo tipo: la tesis de que los juicios morales son en realidad órdenes –decir «X es bueno» es decir: detalles al margen, «Haz X»–. Las concepciones que hacen en último término de la moral una cuestión de convenciones -de aquello en lo que estamos de acuerdo o en lo que la mayoría de la gente está de acuerdo- también pueden construirse como teorías subjetivas del primer tipo.

Es importante aclarar que el subjetivismo, sin embargo, no está unido a la ética. Ya que para una concepción subjetiva de la racionalidad, los criterios de creencia racional son los criterios que el individuo -o quizá la mayoría de los miembros de la comunidad a la que pertenece ese individuo- aprobarían en tanto que están interesados en creer aquellas proposiciones que son verdaderas y en no creer las que son falsas. En contra, la doctrina ética se interesa en procurar el máximo beneficio a aquellas acciones individuales o sociales que beneficien -a su vez- al común o al individuo, recordaremos que su fin es procurar los derechos, deberes y poderes del individuo en sociedad.

Conceptos Básicos del Subjetivismo

Subjetivismo in Philosophy: An Exploration of Personal Perspective



El subjetivismo sugiere que lo que consideramos verdadero o valioso depende de la percepción, los sentimientos, las creencias y las experiencias personales. En su forma más radical, el subjetivismo podría afirmar que no hay verdades objetivas en absoluto; todo lo que conocemos o creemos es filtrado a través de la lente de nuestra subjetividad.

Tipos de Subjetivismo


1. Subjetivismo Moral: En ética, el subjetivismo moral argumenta que las afirmaciones morales expresan actitudes personales o emocionales y que no hay una verdad moral objetiva. Por ejemplo, decir "El asesinato es malo" sería simplemente una expresión de desaprobación personal o cultural hacia el acto de matar, no una verdad universal.

2. Subjetivismo Epistemológico: Aquí, el conocimiento y la verdad son vistos como dependientes del sujeto conocedor. La verdad de una proposición puede variar de una persona a otra, basándose en sus percepciones o interpretaciones.

3. Subjetivismo Estético: En el ámbito del arte y la belleza, este enfoque sostiene que la belleza está en el ojo del observador. No existen criterios objetivos para determinar qué es arte o qué es bello; todo depende de la apreciación individual.

Implicaciones del Subjetivismo


- Relativismo Cultural: El subjetivismo puede llevar al relativismo, donde las normas y valores son relativos a la cultura o sociedad de la cual emergen, sin que ninguna cultura pueda ser juzgada como mejor o peor desde un punto de vista externo.

- Problemas en la Comunicación y el Debate: Si toda verdad es subjetiva, esto puede dificultar la resolución de debates o la búsqueda de consenso, ya que no habría una base común de verdad objetiva sobre la cual construir.

- Libertad Personal: Por otro lado, el subjetivismo también puede ser visto como una celebración de la diversidad de experiencias humanas y una defensa de la libertad individual para definir la propia verdad y valores.

Críticas al Subjetivismo


- Inconsistencia Interna: Los críticos argumentan que el subjetivismo, al afirmar que no hay verdades objetivas, se contradice a sí mismo, porque esa misma afirmación pretende ser una verdad objetiva.

- Problemas Prácticos: En la vida diaria, el subjetivismo puede llevar a una falta de responsabilidad moral o intelectual, ya que cualquier opinión o acción podría justificarse como "mi verdad".

- Desafío a la Ciencia: La ciencia se basa en la búsqueda de verdades objetivas. El subjetivismo, especialmente en su forma epistemológica, cuestiona la posibilidad de un conocimiento científico objetivo.

Conclusión


El subjetivismo abre un debate profundo sobre la naturaleza de la realidad, el conocimiento y la moralidad. Aunque ofrece una visión que valora la individualidad y la experiencia personal, también presenta desafíos significativos en cómo comprendemos y manejamos la verdad, la ética y la estética en un mundo complejo y diverso. Como todas las posiciones filosóficas, invita a una reflexión crítica sobre nuestras propias creencias y sobre cómo interactuamos con el mundo que nos rodea.

Pequeña biografía de Aristóteles.



Biografía resumida de Aristóteles.
Retrato de Aristóteles, el filósofo griego y fundador del Liceo, en su estudio rodeado de manuscritos y pergaminos, simbolizando su vasta contribución a la filosofía y las ciencias
Retrato de Aristóteles en su estudio rodeado de manuscritos y pergaminos

La filosofía de Aristóteles constituye, junto a la de su maestro Platón, el legado más importante del pensamiento de la Grecia antigua.

Sobre su vida.
Aristóteles nació en el año 384 a.C. en una pequeña localidad macedonia llamada Estagira -de ahí que sea conocido como el Estagirita. Nicómaco era su padre, que servía la medicina en la corte de Amintas III, padre de Filipo y abuelo de Alejandro Magno.

Tenía 17 años, cuando estudiaba en la Academia de Platón -con quien no guardó buena amistad a juzgar por las escrituras que se conservan, allí recibió el conocimiento necesario para la vida en sociedad que exigía la democracia directa Griega, a lo largo de su vida Aristóteles
creó conceptos tales como: “materia”, “sustancia” o “forma”. Conceptos que pretendían explicar el mundo desde la experiencia y la razón, su pensamiento se interesó por aspectos distintos a los de su maestro, Platón con base ideal y dialéctica, es decir, él un aprendiz interesado por la ciencia y el maestro interesado por la política. De esta diferenciación ha surgido la creencia de que Aristóteles y Platón tenían posturas contrarias, pero hay que advertir que pasaron años hasta que tras la muerte de Platón, cuando Aristóteles tenía treinta y seis años de edad fundó el Liceo de Atenas y comenzó a delimitar su obra filosófica.

Sobre el final de la vida de Aristóteles. Durante sus últimos años fue cuando terminó la mayoría de sus libros y se dedicó al liceo, donde se hizo famoso el hecho de charlar con los alumnos mientras paseaban, durante esa época conoció y fue maestro de Alejandro Magno durante cinco años en el reino de Macedonia, lo formó intelectualmente durante su adolescencia, esto lo sabemos por un sobrino de Alejandro llamado Calistenes, que era además su biógrafo, quien atestigua la relación de Aristóteles y Alejandro en: Vida y Hazañas de Alejandro de Macedonia.

Aristóteles falleció en situación de exilio en la isla de Chalcis, Macedonia, bajo la protección de Alejandro en el año 322 a.C. Con 62 años de edad.

Sobre sus obras.


Fueron olvidadas, descubiertas por azar y editadas por Andrónico de Rodas en la Roma de Cicerón, redescubiertas y comentadas en la Edad Media por los filósofos andalusíes, posteriormente cristianamente interpretadas (bautizadas) por los tomistas y neo escolásticos, relegadas por los modernos y, por último, definitivamente rehabilitadas a partir de Hegel.

De ellas, la tradición ha recogido con el nombre de Órganon las obras de lógica: Categorías, De la interpretación, Primeros y Segundos analíticos, Tópicos y Refutaciones de los sofismas. Además de la Retórica, de la Poética (en parte) y de Sobre el alma, la «antropología» de Aristóteles comprende la Ética a Eudemo, la Ética a Nicómaco, la Política y la Constitución de Atenas. Sus obras sobre la naturaleza son Del cielo, De la generación y corrupción, los Meteoros, la Mecánica, De las partes de los animales, De la generación de los animales, Sobre el caminar, Sobre el movimiento, etc. Los varios libros de la Física y de la Metafísica fundamentan y coronan el conjunto. Es considerado el primer metafísico, el primer hombre capaz por sus ideas de filosofar por sí mismo sin necesidad de Dioses, pues además era Ateo.

Ideas principales de Aristóteles.


Gracias a Aristóteles, sabemos de la ciencia positiva de la época y de los trabajos y concepciones de sus predecesores y contemporáneos. Aportó siempre agudas y originales observaciones y no pocas de sus adquisiciones lo han sido de las ciencias naturales de todos los tiempos (algunas, incluso, no confirmadas hasta el siglo XIX): describió unas 400 especies (de las que disecó unas 50), distinguió entre animales «sanguíneos» (vertebrados) y «exangües» (invertebrados), clasificó a los murciélagos como mamíferos, describió la vida social de las abejas, distinguió entre insectos dípteros e himenópteros y entre rocas y minerales y aportó la noción capital de especie.

Clasificador y analista universal (de regímenes políticos, de géneros literarios, de categorías y de modos de razonar e, incluso, del ser y de las causas) y tan atento al fenómeno del lenguaje como reticente con los abusos del habla, Aristóteles se planteó además y sobre todo las grandes cuestiones de fondo: la estructura de la materia, la organización de la vida, el poder del espíritu y sus límites, la libertad del hombre y su sentido o la trascendencia misma de la divinidad y su misterio.

La metafísica de Aristóteles es un libro especulativo que no llegó a publicar, ni se cree que lo enseñase en el Liceo, pero que ha tenido una importancia inmensa en el desarrollo posterior de las religiones monoteístas y de las democracias contemporáneas. Este libro significa “lo que hay después de la física” y consta de argumentos razonados e intuitivos sobre las causas que no alcanzó a comprender científicamente, así, este libro es de un interés político y se apoya en suposiciones científicas para efectuar una crítica argumentativa, la idea principal del libro entiende que una contradicción de argumentos es una oposición entre un determinado contenido y su negación absoluta, a la que diferencia de la contrariedad: más sana argumentativamente, así, piensa que quien acepta la contradicción no es apto para la política pues confunde el concepto “ hombre” con el “no hombre”, es decir, son incapaces de comprender al otro por no pensar lo mismo, en cambio cree que quienes acostumbran a argumentar por contrariedades como “inteligente” o “tonto” llegarán a entender puntos medios entre ambos argumentos.

Dos interpretaciones de su obra.


Es importante relacionar al filósofo con la historia posterior, por eso he realizado un resumen de los dos filósofos posteriores a Aristóteles, que realizaron las más famosas de las adaptaciones al pensamiento del filosófico Griego, estas son la de Averroes, también llamado “El comentador de Aristóteles” y la de Hegel, del que se dice que "recobró el espíritu ideal y científico griego".

La primera interpretación consta del siglo XII, durante los segundos reinos de Taifa Andalusíes, su autor, Averroes (Ibsn Rubsd) fue una figura pública importante, médico de la familia real, juez de Sevilla y Córdoba, orador público y filósofo.

Averroes se diferencia de Aristóteles en los conceptos de poética e historia, este creía que son inseparables, una visión contraria a la de Hegel y a la que tenemos sobre la griega clásica, también se diferencia en la clasificación de los inteligibles por cuerpos o grados, pues creía que se mezclaban con los elementos materiales, así como en la posibilidad de alcanzar una “mayor perfección” a través de la mezcla y no únicamente a través de la “sustancia pura”.

A través de sus comentarios a Aristóteles acepta que no existe el alma sin el cuerpo, este hecho se considera el principio del fin de la sociedad medieval, fue desterrado en la ciudad de Lucena tras su última revisión del "Comentario al Ánima de Aristóteles", donde realizó cambios concernientes al intelecto material. Sus comentarios dieron lugar a formaciones liberales y libertinas, europeístas, pero también fueron utilizados por el terrorismo islámico.

En la segunda interpretación, Hegel constituye de Aristóteles la unidad de lo que es real y la diferenciación entre posibilidad y realidad, la primera puede describirse brevemente como unidad biológica, la realidad en cambio constituye un infinito por si, algo a lo que llama la transformación de la Conciencia a la “Conciencia de sí”. El infinito es la simple oposición, el mundo invertido donde la realidad es la negación infinita. Con Hegel queda reformulada la capacidad argumentativa, la infinitud de la realidad y la capacidad de la sociedad de perfeccionarse mediante estas.

La útilidad de los dioses en la antigüedad. Microensayo.

el problema de la utilidad de los dioses parece algo superfluo, y solo cabe preguntarlo


Ahora -en estos tiempos, el problema de la utilidad de los dioses parece algo superfluo, y solo cabe preguntarlo en ratos libres para la búsqueda de curiosidades. Pero en su nacimiento, los dioses fueron útiles y respetados por los mortales, quiero decir que durante años, los Dioses realmente existían y eran necesarios. Hoy ya son muertos y no hay razón para su vuelta, tal y como si las personas de nuestro tiempo funcionaran a base de conceptos diferentes que aquellas e hiciesen a los conceptos antiguos -llamados dioses- inútiles.

Primero: El problema que impide poder comprobar su existencia es a medias conceptual y antropológico. Por un lado, el conceptual es un problema diferencial, un concepto funciona de forma concreta y es útil y único. Por el otro, el problema antropológico sugiere que los conceptos se forman por capas, compuestos de distintos modos y capacidades de pensamiento. Es decir, un concepto siendo útil, único y concreto contiene marcas y endiduras que muestran la necesidad de su creación y la historia de los que lo utilizaron.

Ahora bien, una opción sería apoyarnos en un concepto antiguo -vamos a hacerlo con el concepto aristotélico de ser. ¿Como podía un individuo utilizar este concepto para expresar su poder (capacidad)? y, ¿que no le estaba permitido?, es decir, cual era la forma conceptual para que le fuese imposible enunciar una utilidad, por aquel entonces "corrupta".

El problema de acto/potencia en la estructura del ser. Esto se puede pensar si observamos que en el mundo natural todas las cosas cambian -diremos que poseen la estructura acto/potencia. Es decir, el cambio sólo puede darse a partir de algo que está en acto, así, dice Aristóteles: un cuerpo frío se calienta por la acción de otro cuerpo que ya está caliente, entonces -en el ejemplo, cuando el cuerpo frío se calienta no hace otra cosa que apropiarse de la potencia del cuerpo ya caliente, o, ser caliente en sentido de expansión momentánea, por que el cuerpo caliente a sido atravesado por la potencia del otro cuerpo hasta llevarlo al acto.

Ocurre igual cuando queremos apropiarnos de las potencias divinas -en el mismo sentido de expansión momentánea- y apoyándonos sobre las multiplicidades de dioses, que son la creación más solida de la vida pre-socrática, se descubre que sin esta, el proceso de enunciación sería incompleto. Que el individuo inmerso en la cultura pre-socrática no es capaz de enunciar su capacidad sin la gracia de Zeus, Hércules o Afrodita. Pues estas divinidades son potencia de ser, y solo potencia de ser, y el cuerpo constituido en acto es solo substancia adueñante. Substancia adueñante no divina, ni divinizable, un ejemplo: que un individuo afirme soy en Hércules, sería de lo más normal y expresa que esto -ser en Hércules- engrandece la valentía del muchacho en acto, lo que no es lo mismo, es afirmar soy Hércules -lo que seguramente le mandaría al destierro-, es decir que el concepto de ser era inconsistente con el hecho de afirmar soy valiente -en sentido Heideggeriano.

La persona acto/potencia no puede adueñarse de una potencia pura, una persona no podía -en estas culturas antiguas- afirmar soy valiente pues sería lo mismo que decir soy Hércules, y una persona no podía ser un Dios, pero ahora si, si podemos afirmar soy valiente y nadie viene para darnos castigo. Y es que ahora somos semi-dioses sin conocimiento del acto. Como sujetos que utilizan el ser heideggeriano y se creen dioses sin saber por que...