Comentario
a los 100 años de “Estado y la Revolución” de Lenin
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Preliminar:
El Problema
El Estado es la forma de
sociabilidad impuesta por el capitalismo; su razón de ser radica en
poner en marcha una forma de vida que deshumaniza la sociedad; ahí
es donde lo real se hace racional, porque la razón del Estado
produce irracionalidad en la realidad. La forma de vida capitalista
organiza una socialidad, en la que la relación social de dominación
se establece de manera formal como relación entre los propietarios
“libres” e “iguales”, por lo que necesita de la constitución
de un poder político de clase como un poder público: El Estado.
El tema del Estado y su
relación con la revolución, es el punto nodal de la división entre
los comunistas en los dos bloques históricamente reconocidos:
Anarquistas y socialistas, entre aquellos que ven en el Estado una
herramienta “transitoria” para la consolidación de la sociedad
libre y, los que consideran que este no es sino el eje articulador de
todas las contradicciones y la dominación, siendo imposible su
utilización revolucionaria (Kropotkin, P. 2001).
Hoy 100 años después de la
puesta en marcha de lo que muchos consideran la realización del
materialismo histórico, tenemos como nueva generación de pensadores
latinoamericanos, que repensar los fundamentos filosóficos de ese
pensamiento, confrontándolo con sus propias limitaciones y
posibilidades. La mejor excusa es Lenin y el problema del Estado
para la Revolución, en honor a una discusión tenida, no hace mucho tiempo, con unos camaradas militantes.
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CRITICA AL ESTADO
BURGUES:

“
Estado y Revolución”
(1917) de V.
Lenin representa una síntesis de las ideas expuestas por Marx y
Engels sobre sus análisis de los sucesos revolucionarios de Francia
durante la época de 1848-1880 aproximadamente; donde finalmente
llegan a la conclusión según la cual, el Estado debe ser destruido
una vez se haya conseguido la tan anhelada libertad total y real
humana, por efecto mismo de las herramientas que sostienen el mismo
capitalismo: las relaciones humanas, las costumbres, la cultura.
Junto a otras obras del periodo de septiembre a octubre del año de
publicación de la obra- periodo de la misma revolución –
representan y esbozan la
«raison d'être»
de la revolución y su praxis concreta.
La realidad no es lo que
percibimos por mera intuición, la realidad más bien se esconde
detrás de eso que percibimos. Para quienes somos hijos de la
modernidad, el Estado se presenta como aquello que es la
“realización de
la idea”, como
el instrumento mediante el cual la racionalidad humana se da para
procurarse el mejor vivir. Pero la negatividad de la razón, muestra
que el Estado en realidad en su existencia material, obedece a
determinaciones históricas, que el Estado es producto del
desarrollo histórico de la sociedad al llegar a una determinada
fase de desarrollo, donde aparece la contradicción irreconciliable
entre dos clases
(Lenin, 1917)
Es un órgano mediante
el cual el juego dialéctico del amo y el esclavo alcanza el
desarrollo de una máquina para la dinámica del asunto; el Estado es
un órgano de dominación de clase.
Lenin plantea varios elementos
centrales para critica del Estado Burgués, a través de las
consideraciones de los Materialistas históricos clásicos: Marx y
Engels. Como ya lo referimos, a lo primero que apunta Lenin como
una crítica al Estado- Burgués- es la falta de consideración en
su desarrollo histórico que lo termina mistificando como única
forma de organización de la vida colectiva, el Estado no ha existido
eternamente, tiene sus orígenes en lo que podríamos denominar la
primera modernidad, en el siglo XVI con el inicio del absolutismo,
del cual heredó todas sus facultades.
El estado es por regla general
-de su propia génesis- propiedad del a clase económicamente
dominante, que se sirve de su fuerza especial (monopolio de la
violencia) para perpetuarse en su dominación; es el instrumento por
medio de cual se explota a la clase oprimida. De este modo, se
convierte en un «para-
organism», un
parasito para utilizar términos de Marx en el 18 Brumario. El
Estado- dice Lenin- se sirve del
«arma de la democracia»
para medir el grado de consciencia de los oprimidos, manteniéndolos
embelesados con el juego de elegir a quienes los oprimirán en
cíclicamente. El haber llegado a esa fase de desarrollo económico,
que estaba ligado a la aparición de la división de la sociedad en
clases, aparece esta máquina como una necesidad para conciliar estas
contradicciones.
Lenin
plantea una crítica completa al Estado burgués, en tanto que el
camino del «sujeto
histórico»- el
proletariado- esta inevitablemente ligado con la destrucción de este
aparado como tal. Todas las instituciones del Estado burgués,
perpetuán la misma dominación y el Estado el instrumento más
completo de estas instituciones. Los funcionarios de dicho estado
tienen una posición privilegiada en la salomónica diferenciación
social.
Instituciones como el parlamentarismo, no son más que lugares de
charlatanería y evacuación- desarrollaremos esto más abajo-
mientras haya Estado no habrá libertad completa, esa es la crítica
negativa (dialéctica de Lenin) al mismo Sujeto absoluto hegeliano.
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IMPLICACIONES DE LA
DESTRUCCION DEL ESTADO:
Que el ámbito de la política
necesariamente esté ligado al ámbito del Estado, es bien visible
para quien este mirando el asunto desde el realismo político. La
política es el juego social de la dominación y la lucha por la
libertad. El Estado es entonces, el escenario de tal movimiento
dialectico. Para que la negación sea dada, es menester la superación
histórica de esa forma de vida social. El pensamiento marxista
desarrolló muy bien aquella “naturalidad de la historia”, que
muestra que para que se dé el desarrollo dialectico de la historia
es necesaria la destrucción del Estado.
En el texto, Lenin plantea que
la Destrucción
del Estado burgués es algo que debe darse obligatoriamente en el
proceso revolucionario, sin esta premisa no podría existir una
transformación del Estado en beneficio del pueblo (las mayorías);
el principal objetivo debe ser la revolución violenta y la
destrucción del Estado, la primera debe ser la regla general, es el
único paso para que deje de existir la división de clases. Lenin
señala que el Estado burgués no se “extingue” sino que éste es
destruido por el proletariado en la revolución, el que se extingue
después es el semi-Estado
proletario, un estado que reviste su forma de negación bajo la
apariencia de su forma anterior.
Veamos un diagrama que muestra
en términos generales la
Destrucción del
Estado
Burgues
y posterior
Extinción del
Estado Proletario: el
cambio de la cantidad a la calidad:
Se plantea que la destrucción
del Estado como tal- que reviste su forma originaria del
absolutismo-, consiste en que precisamente esa característica que
identifica a la maquinaria del Estado, que es la fuerza especial de
represión, que era llevada a cabo por la burguesía hacia el
proletariado; debe ser necesariamente sustituida por una fuerza
especial de represión por parte del proletariado hacia la burguesía,
es decir la dictadura
del proletariado, y
el apoderamiento del Estado por parte del proletariado se traducirá
en la apropiación de los medios de producción en nombre de la
sociedad, y deben ser cambiadas todas las instituciones del Estado
burgués para que puedan reconfigurarse procurando el beneficio de
todo el pueblo, nivelando por decirlo en términos hegelinaos, la
dialéctica del amo y el esclavo, entonces, las clases sociales
desaparecerán:
«El
proletariado toma el poder del Estado y comienza a convertir los
medios de producción en propiedad del Estado. Pero con ese mismo
acto, el proletariado se destruye a sí mismo, destruyendo las
diferencias de clases, los antagonismos y de ellos el Estado mismo»
(Lenín, 1917:34)
Teniendo en cuenta la
dictadura del proletariado después de la toma del poder y
apropiación de los medios de producción, vemos que la dictadura del
proletariado no va a ser permanente sino temporal, porque después de
llevar a cabo esto, con este acto se destruye a sí mismo como
proletariado y destruye toda diferencia y todo antagonismo de clases
y con ello el Estado como tal.
Se señala también las
aclaraciones que hace Lenin sobre algunas tergiversaciones que han
hecho los anarquistas, y los partidos socialistas “oficiales”,
llamados por él, (oportunistas), entre las que se plantea que Engels
es partidario de la república democrática, como la mejor forma de
Estado para el proletariado bajo el capitalismo, pero que esta
consigna, “república democrática” era oportunista, no solo
porque embellecía la democracia burguesa, sino porque no comprendían
la crítica socialista de todo Estado en general. En este sentido, se
entiende también que la democracia es un Estado, y por ende cuando
desaparezca el Estado burgués la democracia desaparecerá también,
se aclara que la supresión del Estado proletario, es decir la
supresión de todo Estado se da por medio de un proceso de extinción;
Lenin dice que es un hecho que se dará espontáneamente, las clases
desaparecerán de un modo tan inevitable como surgieron en su día, y
el Estado burgués será sustituido por una comunidad (comunismo),
así se dará el paso a una sociedad sin divisiones de clase ni
Estado; teniendo en cuenta que en la comuna es especialmente
necesario seguir reprimiendo a la burguesía y vencer su resistencia,
es decir, la revolución debe ser permanente, esta no se estabilizara
sino que debe seguir su proceso continuo.
3.
EXTINCION DEL
ESTADO:
El materialismo histórico es
a la inversa a cuestión darwiniana. Si éste (Darwin) descubrió la
historicidad de la naturaleza, aquel (Marx) descubrió la naturalidad
de la historia(Lenín,
1917: 67).
En los planteamientos de Marx y Engels, condensadas en Lenin, no
vemos ni un rastro de utopismo; la cuestión del Comunismo se
plantea como el naturalista plante a la cuestión del desarrollo de
una nueva especie biológica (ibídem)
No pasa como a los
dinosaurios, en donde una explosión súbita desencadenó su
desaparición; sino más bien el
adormecimiento
vital del organismo en su estructura anterior, se desarrolla dando
paso a una forma superior; un acto no de súbito, sino más bien
gradual: a medida que sus órganos mismos trasmutan naturalmente a
aquella forma superior, mantienen – al menos parcialmente-
aquellas formas orgánicas que irán desapareciendo a medida que el
organismo necesite de nuevas formas orgánicas para darse esa nueva
manera de vida; en otras palabras, irán cambiando las relaciones
sociales de producción, cambiando con ello las condiciones que
sustentan el Estado, por lo que el Estado será entonces superfluo.
Vemos entonces que el Estado
no se cambia de inmediato por la
«Extinción»
sino por la
«revolución», la
violencia - expresa Lenin- tiene un papel revolucionario es la
parte de toda sociedad que contiene la nueva forma y es a la vez, el
instrumento con el cual el
sujeto histórico
se abre camino y rompe con las formas anteriores (ibidem,
70). Marx, Engels y
Lenin saben muy bien que la lógica
amigo- enemigo,
amo- esclavo
que han
caracterizado el fundamento del ejercicio político de la sociedades
concretas, muestra que el paso a una forma cualitativamente distinta
solo se conseguirá con el uso de la violencia, las consciencias
hegelianas que
“desean deseos”,
se anteponen en una lucha a muerte. Ya más arriba hemos esbozado los
planteamientos relativos de Lenin sobre los elementos centrales a la
crítica del Estado burgués y las implicaciones de su posterior
destrucción.
Consecuentemente, una vez el
proletariado y el campesinado se hacen con el poder, inmediatamente
comienza a destruir paulatinamente el “aparato
parasitario”.
Esto ya o hemos desarrollado más a fondo en el punto inmediatamente
anterior, una vez clarificado nuevamente esto, paramos a desarrollar
los argumentos de Lenin sobre la extinción concreta, no de la forma
de estado burgués sino del estado proletario:
Como lo muestra la gráfica
anterior, a diferencia de los anarquistas, el estado para (ciertos
seguidores) (d)el materialismo histórico, pasa por una etapa de
transición política, como lo hemos reiterado; no hay utopismos
anarquistas, lo que se hace es destruir la antigua maquina por una
nueva que permita ir reduciendo a la nada toda burocracia
(ibidem, 100)
Una exactitud sociológica si en verdad se quiere enfrentar un
proyecto político de esa índole. El Estado, toda forma de
dominación encierra en realidad una relación de orden social, si
no se cambia eso – como diría el mismo Lenin- se estaría
cambiando solo de nombre.
Pero, ¿Con qué se sustituye
entonces esta máquina parasitaria? Y ¿Cuáles son los elementos
para no terminar perpetuándola? Marx en el “Manifiesto
del Partido Comunista” 1848,
daba respuesta abstracta a estas cuestiones mas no los medios para su
consecución, solo el ejemplo histórico de la comuna
de parís 1871 le
muestra que la clase obrera no toma el Estado para su propio
beneficio, sino para destruirlo y cumplir con su misión histórica.
Desmenucemos más el asunto:
Las dos clases que forman el
pueblo ( Campesinado y Proletariado) se unen alzados en armas y se
toman el poder, destruyendo las instituciones de la minoría
privilegiada, transformándolas en instituciones para la mayoría y
entre más intervenga entonces el pueblo en el funcionamiento de
estas nuevas instituciones ya no será necesario dicho poder
(ibidem).
Las forma política
que sustituye el Estado por un no
Estado, es la
Comuna ejemplo de 1871 en parís, que regresa al organismo social
todas las fuerzas que hasta ahora desembocaban en el Estado burgués,
impidiendo el movimiento libre. Esta nueva forma es el
pueblo organizado
como clase dominante.
Se causa así una unión voluntaria de la comuna en la
Nación para
aplastar la dominación y resistencia de la Burguesía. El
centralismo voluntario,
la unión central consciente, se distingue en la organización
absolutamente libre de las comunas en la unificación de la acción
de todas para dirigir los golpes contra el capital; para aplastar la
resistencia de los capitalistas minoritarios que se resisten al
“salto
cualitativo” y
entregar a la nación (toda la sociedad) los medios de producción.
De este mismo modo, se
destruye con el parlamentarismo y se instauran instituciones donde
la libertad de crítica y el examen no degeneren en engaño; aquí
los parlamentarios ejecutan sus propias leyes para comprobar ellos
mismos sus planteamientos y no ir a los lugares de charlatanería que
son los parlamentos del estado burgués: lo que se crea son reales “
corporaciones de trabajo” ,
así que no es la abolición de las instituciones representativas,
sino una transformación en el que el legistador ejecuta y esos son
todos los miembros del pueblo que irán administrando estas funciones
por turnos y gradualmente, consiguiendo con esto la buena costumbre
de comunista.
Es evidente entonces, que
esta extinción paulatina del Estado, es el desarrollo de la completa
democracia para su posterior extinción, pues la extinción del
Estado supone la extinción de la democracia, “cuanto
más completa sea la democracia, pronto llegara el momento de no
necesitarla”
(ibidem, 118)
El científico es riguroso,
por lo que Marx al plantear las bases económicas para la extinción
del Estado, formula ávidamente- como lo muestra Lenin- las dos fases
necesarias para llegar al comunismo. La primera fase, es la
fase inferior del comunismo
(muchos la llaman socialismo), no puede proporcionar todavía la
justicia e igualdad: existen diferencias, pero no subsisten con la
explotación del hombre por el hombre; pues en esta fase, los
medios de producción han dejado de ser propiedad de los individuos
particulares, pertenecen a la totalidad de la sociedad
(ibidem, 120).
No se trata entonces de la sociedad comunista como tal, que se
desarrolla sobre su propia base, sino de una que ha salido del seno
de la sociedad anterior y que mantiene los rasgos de esa formas de
vida.
No obstante, aunque al
socializarse los medios de producción, desaparece el derecho
burgués; esta fase presenta un defecto inevitable que Lenin expresa
en estos términos: “el
que no trabaja no come”, “al igual cantidad de trabajo igual
cantidad comida”.
Lo anterior expresa que en la primera fase persiste el derecho
burgués en el aspecto de la desigualdad, pues al desigual trabajo
de hombres desiguales la igualdad de comida. También persiste la
utilización del Estado que vela por la propiedad común y la
distribución de los productos
(ibidem, 137)
Obsérvese que existe una gran
diferencia política entre la fase anterior y la fase completa,
superior. Lenin muestra que mientras llega la nueva fase superior,
se exige un riguroso control de los medios de producción por parte
del Estado proletario; control sobre la media de trabajo y consumo
que se inicia con la expropiación de los capitalistas. Lo anterior
no se lleva a cabo por un montón de burócratas, sino por el Estado
de los obreros armados; el Estado de los soviet de diputados obreros
y soldados.
Toda la sociedad de la primera
fase se concreta entonces,
en una sola fabrica
(modo producción) con trabajo igual y salario igual. El Estado se
irá extinguiendo en tanto que ya no hay capitalistas, no hay clases,
por lo que no hay que reprimir ninguna clase. Del mismo modo, la
democracia que manifiesta la existencia de una mayoría reprimida
por una minoría, significa solamente una igualdad formal. En la
medida que se materialice la idea no será entonces necesario lo
anterior y “de
cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad”
mostrando que el trabajo en su máxima ontica
y ontológica,
supone al trabajo como expresión de la vida en toda su dimensión.
En la fase superior de
comunismo desaparece la subordinación del individuo a la división
del trabajo social y con ello el contraste entre el trabajo
intelectual y trabajo manual. Ésta fase es cuando todos conscientes
dirijan la producción social y nos habituaremos poco a poco a las
reglas elementales de convivencia, sin ese aparato de coacción que
se llama Estado y se camufla en la democracia. Mientras exista Estado
y democracia no existirá libertad. Mientras haya libertad no
existirá estado.
Consideraciones
finales:
¿El marxismo es una filosofía
crítica que transforma la realidad o es una filosofía que continua
sobreviviendo porque no ha encontrado el momento para su realización?
Es un filosofía y praxis política crítica porque
constantemente reevalúa su limitaciones y posibilidades de
realización. En un
texto fundamental sobre materialismo histórico, Bolívar Echavarría
se pregunta:
« [..] ¿Cómo
es posible un discurso teórico propiamente comunista? Es decir:
¿cómo afecta la peculiaridad del mensaje comunista a la
configuración fundamental del discurso teórico? ¿De qué
afirmación básica sobre la objetividad y sobre el tipo de actividad
teórica adecuada a ella parte el discurso teórico comunista?
[…]» (Bolívar Echeverría, 2011:14).
La peculiaridad del mensaje
del pensamiento crítico, de la teoría y tradición crítica, se
fundamenta en la reflexión constante sobre la importancia en la vida
del ser humano del ejercicio mismo del pensamiento y cómo este tiene
repercusiones prácticas.
El pensamiento teórico del V.
I. Lenín sobre el Estado y la revolución ha tenido gran impacto a
nivel práctico, de tal forma que se sacrificó con ello mismo lo
fundamental de su formulación teórica; de él se ha hecho una
caricatura. Nos
podemos preguntar ¿cuál es pues el balance de lo obtenido después
de 100 años? ¿Alguna vez en la historia ha ocurrido la puesta en
marcha de la extinción del Estado por parte de los régimen de
izquierda marxistas- leninistas o resulto cayendo Lenin en la
utopía irrealizable que tanto crítico a los Anarquistas?
El propio L. Trotsky (2012:
41) dice:
«[…] Siguiendo a Marx y
Engels, Lenin ve el primer rasgo distintivo de la revolución en que
al expropiar a los explotadores suprime la necesidad de un aparato
burocrático que domine a la sociedad y, sobre todo, de la policía y
del ejército permanente. “El proletariado necesita del Estado,
todos los oportunistas lo repiten —escribía Lenin en 1917, dos o
tres meses antes de la conquista del poder—, pero olvidan añadir
que el proletariado solo necesita un Estado agonizante […]
Cualquiera que sea la interpretación que se dé a la naturaleza del
Estado soviético, una cosa es innegable: al terminar sus veinte
primeros años está lejos de haber “agonizado”; ni siquiera ha
comenzado a “agonizar”; peor aún, se ha transformado en una
fuerza incontrolada que domina a las masas […] »
Lenin dejó
escapar de sus análisis el hecho de que el
Derecho y la administración manifiestan un fenómeno superior y
central del capitalismo: la Racionalización,
que se expresa en la esfera del Estado al configurarse una
«Dominación Racional» a partir de una clase burocrática. En los
regímenes socialistas, de Stalin a Mao, pasando por Fidel Castro o
el propio socialismo del siglo XXI en América Latina, se fundamentan
en la expansión del Estado tanto en la Economía como en las
esferas sociales. El Estado se hace fuerte no porque ataque
directamente las estructuras sociales, psíquicas y culturales que
sostiene el capitalismo, sino porque produce una ficción de cambio
en lo económico (Nacionalización) y político (populismo de la
inversión social). La “transición”, la “dictadura temporal”,
parece ser muchas veces eterna.
El pensamiento
filosófico-político latinoamericano, rompe con los antagonismos
entre anarquistas y socialistas; sus cuestiones van más allá de los
problemas formulados por el pensamiento político crítico europeo.
Hoy leemos al camarada Lenín, no para malograr la totalidad de sus
postulados, sino para realizar aquello mismo que él inspiró:
revisar las limitaciones y posibilidades de realización. Su
acierto, considerar la necesidad de un proceso social de transición
a la sociedad comunista. Su error, fue considerar al Estado como el
garante de ese proceso. En ese sentido es que,
«[…] La burocracia no sólo ha vencido a la Oposición de
Izquierda, ha vencido también al partido bolchevique. Ha vencido al
programa de Lenin, que veía el principal peligro en la
transformación de los órganos del Estado “de servidores de la
sociedad en amos de ella” […]» (Trotsky, 2012: 69).
La propia degeneración
interna del partido bolchevique fue la causa del triunfo de Stalin y
de la extremada burocratización del Estado soviético (Trotsly,
2012). Lenin fue un romántico; pensó que todo militante de
izquierda es realmente libertario.
La Revolución debe ser
pensada sin el Estado. Su Extinción se realiza con su destrucción
inmediata; con la puesta en marcha de una nueva moralidad entre los
seres humanos. El Estado es la forma de sociabilidad que impone el
capitalismo para perpetuar de ese modo su existencia, por lo que es
completamente ilógico creer que pueda tener un aspecto
revolucionario en sus estructuras internas. No se puede pensar la
revolución con el Estado; la revolución es sin el Estado, ya que
procura su destrucción.
TRABAJOS
CITADOS
Bolívar Echeverría. (2011). El
materialismo de Marx. Discurso Crítico y Revolución.
Itaca.
Cerroni, U. (1967). Introducción
al Pensamiento Político. Buenos
Aires: Amorrortu.
Kropotkin,
P. (2001) El Estado. Biblioteca
virtual anarquista. Disponible en : www.cgt.es/biblioteca.html
Lenin, V. (1917). Estado
y Revolucion. Moscu.
Trotsky,
L.(2012). La Revolución Traicionada: ¿
Qué es y a dónde va la URSS?.
Editado por partido Socialista centroamericano.