Foucault Enunciados y proposiciones.

Compártelo:
Foucault explica que los enunciados son esencialmente raros. No sólo de hecho, sino de derecho: son inseparables de una ley y de un efecto de rareza.

Ese es incluso uno de los rasgos que los oponen a las proposiciones y a las frases. Pues proposiciones siempre se pueden concebir tantas como se quiera, tantas como se podrían expresar unas «sobre» otras de acuerdo con la distinción de los tipos; la formalización como tal no tiene que distinguir lo posible de lo real, hace que aumenten las proposiciones posibles. En cuanto a lo que realmente se dice, su rareza de hecho se debe a que una frase niega otras, impide otras, contradice o reprime otras frases, de suerte que cada frase se ve todavía engrosada con todo lo que no dice, con un contenido virtual o latente que multiplica su sentido y que se presta a la interpretación, formando un «discurso oculto», verdadera riqueza de derecho.

Una dialéctica de las frases siempre está sometida a la contradicción, aunque sólo sea para superarla o para profundizarla; una tipología de las proposiciones está sometida a la abstracción, que hace que a cada nivel corresponda un tipo superior a sus elementos. Pero la contradicción y la abstracción son los métodos de la abundancia de frases y proposiciones, como la posibilidad de oponer siempre una frase a otra frase, o de formar siempre una proposición sobre otra proposición.

Los enunciados, por el contrario, son inseparables de un espacio de rareza en el que se distribuyen según un principio de parsimonia o incluso de déficit. En el campo de los enunciados no existe lo posible ni lo virtual; todo es real, toda realidad es en él manifiesta: sólo cuenta lo que ha sido formulado, ahí, en tal momento, y con tales lagunas, tales blancos.

Sin embargo, es cierto que los enunciados pueden oponerse y jerarquizarse en niveles.

En dos capítulos, Foucault muestra con rigor que las contradicciones de enunciados sólo existen gracias a una distancia positiva medible en el espacio de rareza, y que las comparaciones de enunciados están relacionadas con una diagonal móvil que permite confrontar directamente, en ese espacio, un mismo conjunto a diferentes niveles, pero también elegir directamente en un mismo nivel ciertos conjuntos sin tener en cuenta otros que, sin embargo, forman parte de él (y que supondrían otra diagonal).

El espacio rarificado permite esos movimientos, esas circulaciones, esas dimensiones y fragmentaciones inusitadas, esa «forma lacunar y fragmentada» que hace que, en materia de enunciados, uno se asombre no sólo de que se digan pocas cosas, sino de que «pocas cosas puedan ser dichas»
Compártelo:

Publica un comentario: