Problemas sobre los que todo el mundo da su opinión y tiene un punto de vista

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Hablar quiere decir que cada uno se expresa. Es lo contrario de la filosofía. Hay un bello texto de Platón, en un dialogo con Sócrates donde Sócrates dice : es curioso lo que pasa, hay asuntos sobre los cuales nadie se atreve a hablar, a menos de ser competente, por ejemplo sobra la fabricación de calzado, o sobre la metalurgia. Y después hay una masa de asuntos de los que todo el mundo se cree capaz de tener un punto de vista. Es un buen tema socrático, y, he hay, esta masa de asuntos sobre los que todo el mundo cree poder tener un punto de vista y que, entonces se agita particularmente antes o después de la cena, o durante la cena: ¿qué piensas de eso, cual es tu punto de vista? Eso cubre lo que se llama filosofía. Bien, la filosofía es la materia de la que todo el mundo tiene una opinión. Saber si Dios existe, de eso se puede hablar en el momento del postre. Saber si Dios existe, sobre una pregunta como esta todo el mundo tiene un punto de vista, cada uno tiene algo que decir. Al contrario, acerca de la fabricación de calzado, aquí somos más prudentes, porque tememos decir tonterías. Pero sobre Dios no se teme decir una tontería; esto es, por lo menos, curioso. Sócrates ha captado, en la aurora de la filosofía, ha captado algo que era perfecto. ¿Por qué? Si comprendemos esto, comprendemos todo. ¿Qué es la filosofía? la filosofía es algo de lo que tu dices de entrada: hay no te expresas. Hay tu no te expresas. El último año yo hablaba de esos llamados que eran el único lado despreciable de 1968: exprésate, exprésate, toma la palabra. Mientras que no nos damos cuenta, una vez más, que las fuerzas más diabólicas, son las fuerzas que incitan, que nos incitan a expresarnos. Esas son fuerzas peligrosas.

Consideren la tele, no nos dice: ¡cállate!, nos dice continuamente : cual es su punto de vista, cual es vuestro punto de vista, cual es vuestro punto de vista sobre esto, cual es tu punto de vista sobre la inmortalidad del alma, sobre el genio de Pívot, sobre la popularidad de Maurois, etc… entonces es necesario expresarse.

Se ordenará su barrio, se tendrá un cuaderno de cargos, todo eso. Digo que es un peligro, un inmenso peligro. Es necesario resistir a esas fuerzas que nos fuerzan a hablar cuando no tenemos nada que decir. Eso es fundamental. Igualmente toda palabra que consiste en decir su punto de vista sobre algo es anti-filosófica. Los griegos tenían una muy buena palabra para eso, es lo que llamaban la doxa y que ellos oponían al saber, aún antes de saber si el saber era algo existente: ¿hay saber? En todo caso sabemos que la filosofía no es la confrontación de opiniones.

Entonces hablar no es yo diciendo, por ejemplo: yo, he aquí lo que pienso, y usted diciendo: bien, yo no pienso así. En la medida en que usted es filósofo, usted rehúsa participar en cualquier conversación de este tipo, a menos que sea sobre lo insignificante. Entonces sobre lo insignificante es muy cómodo y alegre decir: tienes muy buena cara hoy, ¡no, no tengo buena cada, no me siento bien!. Eso es la doxa, el reino de la opinión, y también es la amistad. La amistad se forma al nivel de la doxa. Hacer filosofía es otra cosa, hacer filosofía es construir conceptos y eso solo quiere decir eso. A mi modo de ver es un camino de creación, los conceptos no existen, no están ya hechos, no son pequeñas estrellas en el cielo que tratamos de descubrir. Los conceptos son objetos de una creación y, una vez más, en la filosofía hay tanta creación como en la literatura o en la música, simplementese trata de crear conceptos.

Lectura de Deleuze en Les cours de Gilles Deleuze.               
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