La pregunta por la Verdad en Heidegger

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La pregunta por la Verdad en Heidegger.
Podríamos decir que a partir de Nietzsche tenemos esta preocupación. Los filósofos posteriores se dieron cuenta de la cuestión por el valor de verdad y lo trataron, así se empezó a indagar en el área de las teorías de la verdad como diferentes disecciones de la verdad siendo la palabra el punto de partida. La del alemán Martin Heidegger es la que nos ocupa aquí. 

Lo haremos brevemente, debida la dificultad que este autor presenta en todos sus ámbitos filosóficos. Recordar, primero, que debe entendérsele desde la pregunta por el Ser y su intento de superación de la Metafísica que está integrada en el lenguaje. Entiende Verdad como Concordancia, carácter fundamental y de relación.  Pero lo concordante es un término muy oscuro que evoca tiempos platónicos, teniendo el conocimiento como creencia verdadera justificada. Según Heidegger, sólo este conocimiento es verdadero porque es genuino y aquí reside la Verdad. El conocimiento como tal y sólo él es verdadero.

Nosotros la portamos, pues que lo verdadero y lo falso están dentro de la constitución del ser humano mismo. Esto es lo que propone, el núcleo de la teoría de verdad es el Dasein, la Existencia [1], que entre otros es la explicación de la existencia y el modo de ser humano. Su constitución básica es existir, verdadero es ser descubridor porque el ser humano está arrojado en el mundo con los entes.  La relación moderna entre sujeto y objeto está diluida, sólo para el hombre tiene sentido preguntarse por la verdad o falsedad de las cosas.

Buscará lo común y general a lo verdadero que es la esencia de la verdad, que será descubrir al ente. Un enunciado será verdadero cuando muestre al ente tal y como es en sí mismo, enunciar es descubrir, mostrar y si oculta entonces el enunciado es falso. En definitiva, un enunciado es verdadero si deja ser al ente como es en sí mismo con lo que el ente debe estar descubierto. Su ser es su propio desocultamiento, aquí recupera el sentido genuino de la verdad. Cambia entonces su lugar, ya no es el enunciado o la oración sino que el Dasein toma ese privilegio. ¿Por qué? Es la Existencia y nada más lo que está abierta a todo y a sí misma, si el ser del ente es estar a la vista porque de esa manera se llega a la verdad genuina, la Existencia es la morada de la Verdad. Además que tiene un carácter "descubridor", con lo que le hace idónea para serlo. Por lo tanto, el Dasein es la actividad de apertura, lo abierto, el desocultamiento. Debe estar abierto al Mundo.

Entonces, como conclusión, ¿la Verdad es el Ser del Ente? Bien, no podríamos decirlo con seguridad aunque nos parezca que así es. La explicación es sencilla, en Heidegger nunca podremos dar una definición completa de algo y menos aún si aparecen conceptos clásicos de la metafísica. Además, teniendo en cuenta las revoluciones en el pensamiento heideggeriano nunca podemos dar un concepto por definido. Esto se basa en su obra Ser y Tiempo, inacabada como ya sabemos a la que le falta una tercera parte que el filósofo de Messkirch titularía Tiempo y Ser. Es difícil tratarlo, por sus giros (mínimo hay tres) y por su intento de sobreponerse a toda metafísica teniendo que volver a construir el mismo lenguaje (algo que el alemán facilita pero que en español-castellano toma formas que no son habituales).

En definitiva, espero haberles aclarado o haber puesto al menos la punta del iceberg para que ustedes indaguen más por su cuenta. Pues el mayor conocimiento y el más placentero, no es aquel que nos transmiten sino el que cada cual es capaz de alcanzar con sus propios medios. [2]

---Notas---
[1] Traducir Dasein por ser-ahí es complicado y poco inteligible, no "se es ahí" sino que se "está", con lo cual es mejor para nuestro idioma traducirlo por Existencia. Además, en Ser y Tiempo suele utilizar como sinónimo la palabra Existenz. También se puede traducir como ser/estar-ahí, pero si queremos no confundirnos lo mejor es dejarla tal cual y adaptarnos nosotros a ella, en vez de adaptarla a nosotros.
[2] Entiendo la poca estética en algunos apartados del texto, en el cual repito varias palabras. Créanme, si no lo hiciera así estoy sería ilegible. Espero vuestra comprensión y la agradezco.

---Bibliografía---
Heidegger, Martin - Ser y tiempo
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