TOMAREMOS COMO REFERENCIA: LA APOLOGÍA DE SÓCRATES PARA
RESPONDER ESTAS PREGUNTAS:
“Sócrates y
su actitud sobre la muerte”
Sócrates acepta la muerte sin muchos problemas, para el temer a la muerte
es caer en la ignorancia. ¿Por qué dice esto? Solo hay que temerle
aquello que sabemos que nos causa mal, pero no aquello que inferimos puede ser
un mal, sin saberlo puede ser un bien. (Tratándose de la muerte).
¿Hasta qué punto estamos seguros de que la muerte es un mal y no
un bien?
No
podemos saberlo de ningún modo, por lo tanto. Sócrates razona que la
muerte puede ser el mejor de los bienes y no lo sabemos.
Temer a la muerte no es otra cosa que creerse sabio sin serlo, pues es
creer que uno sabe lo que no sabe. Pues nadie conoce la muerte, ni siquiera si
es precisamente el mayor de todos los bienes para el hombre, pero le temen como
si supieran con certeza que es el mayor de los males. Sin embargo, ¿cómo no va a ser reprochable la ignorancia de creer saber lo que no se sabe?
Por tanto, aquel que teme a la muerte cae en dos ignorancias:
Primero: ignora la naturaleza de la muerte (si es un bien o un mal).
Segunda: ignora su propia ignorancia.
Sócrates dedicó toda su vida a luchar contra este tipo ignorancia: La
peor ignorancia es aquella de aquel que cree saber lo que no sabe, porque esta
ignorancia impide el conocimiento de aprendizaje, por eso Sócrates
ve a la muerte con cierto escepticismo, para Sócrates solo hay que
temer aquello que sabemos realmente que es un mal y no aquello que quizá es un
bien y no lo sepamos. Hasta aquí la conclusión es que no hay que temer a la muerte
y desde luego que no hay que temerla al punto de cometer una injusticia para
intentar evitarla.
¿ES LA MUERTE EL FINAL? ¿NOS ESPERA ALGO DESPUÉS DE LA MUERTE?
Sócrates da un paso más y plantea que la muerte es una de dos cosas: O
BIEN EL QUE ESTÁ MUERTO NO ES NADA, NI TIENE SENSACIÓN DE NADA, O BIEN, SEGÚN
SE DICE, LA MUERTE ES PRECISAMENTE UNA TRANSFORMACIÓN, UN CAMBIO DE MORADA PARA
EL ALMA DE ESTE LUGAR A OTRO LUGAR. (En el primer caso, si dejamos de existir,
no es para tanto, es incluso un descanso).
Ahora, si nuestra alma es inmortal y nos vamos al Hades y estamos
en compañía de los grandes hombres del pasado, podemos seguir indagando la
verdad. ¿Qué mejor que esto?, tal vez en el Hades encontramos aquello
que estuvimos buscando, lo que deseamos toda la vida, la verdad, la belleza, la
justicia. Por lo tanto, o la muerte es el descanso en la no existencia o
la posibilidad de seguir indagando la verdad.
De estas dos opciones ninguna es un mal, incluso la segunda es un
gran bien. Aunque no existe un razonamiento sofisticado de que el alma es
inmortal, pero sí una sospecha mediante el razonamiento, es evidente que la
muerte no es un mal, sino un bien, según estas dos premisas.
Lo que sí es claro para Sócrates que cometer una injusticia
para evitar la muerte, a cualquier precio con tal de mantenernos con vida, es
injustificable, es mejor sufrir la injusticia (paráfrasis, que puedes encontrar
en el Gorgias, 469c. Esta frase contiene toda la filosofía ética clásica) (“Es
mejor sufrir la injusticia que cometerla”)
Porque para él, la vida no es lo más valioso, lo mejor no es la
vida física, sino la vida buena, noble, justa, solo una vida de este tipo, está
a la altura del ser humano, y esta es la razón por la que se especula que Sócrates se ve
obligado a escoger la muerte física mediante la cicuta... para salvar su verdadera imagen, su
verdadera vida. Cuando fue condenado a muerte por asuntos políticos.
(Esta pequeña crónica no está basada en evidencia científica, sino
en la “Apología de Sócrates” de Platón) por lo tanto, existen otras posturas,
religiosas o antítesis filosóficas).
Publica un comentario: