«Gabriel García Márquez ‘El Cataclismo de Democles’»

Compártelo:




«Gabriel García Márquez  El Cataclismo de Democles’»
Comentarios

        
Esta pequeña, pero importantísima reflexión se podría ubicar en la categoría de la ética ecológica. Gabriel García Márquez describe una escena apocalíptica sobre el colapso ecológico que se avecina. El ‘progreso de la civilización humana’ -si se podría hablar de progreso- ha traído como consecuencia el desarrollo vertiginoso de nuevas tecnologías para la creación de armas nucleares que podrían desaparecer en su totalidad a la especie humana, inclusive desaparecer también una parte de nuestro sistema solar. La cantidad disponible de ojivas nucleares tiene la capacidad de protagonizar una devastación a gran escala. García Márquez le denomina la ‘peste nuclear’ cautiva en silos de la muerte construidos por los llamados países ‘desarrollados’.

            Lo paradójico, los humanos representan una amenaza no sólo para los mismos humanos, sino para todas especies que coexisten en la faz de la tierra. «La potencia de aniquilación de esta amenaza colosal, que pende de nuestras cabezas como un cataclismo de Damocles, afirma el autor. Las inversiones en proyectos para la construcción de armas de destrucción masiva son escandalosamente grotescas. Mientras tanto, las cifras de personas que sufren de hambrunas a nivel mundial contabilizadas por la UNICEF y FAO  siguen creciendo de manera alarmante. Los programas financieros para la inversión mundial agrícola no se comparan ínfimamente con las inversiones armamentistas. García Márquez advierte que lo único que nos puede salvar de la barbarie sería la instauración de la cultura de paz, crear conciencia generacional. Esto sólo es posible a través de la educación, de lo contrario la tierra se transformará el infierno de otros planetas. Advierte que la carrera armamentista va contra toda inteligencia. ¿Somos seres inteligentes cuando somos nuestra propia amenaza? He aquí el gran desafío. El texto de Márquez es una invitación a todos los hombres y mujeres de ciencia, hombres y mujeres de inteligencia y paz a construir la gran arca de la memoria y, así sobrevivir al diluvio atómico. La memoria histórica recuerda los grandes saltos del género humano y de la naturaleza misma que fundidos resultan ser obra de arte más perfecta del universo.
Compártelo:

Publica un comentario: