Un momento antes de sonar el despertador.

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Esta es la historia de cada mañana, de todos y cada uno de los dias por la mañana. Allí estaban flotando y abriendose de par en par, solas por el camino de las sabanas y ocupadas en la busqueda del incomodante artificial. Ellas que no son capaces de resistirse, de dejar de curiosear por un momento, pretenden encontrar placeres en muchos extremos. Pero siempre ocurre igual, es solo un acto reflejo, la busqueda es en vano. El estruendo estalla ahora, y despierta por completo en mitad de la cama maldeciendo al despertador.





            
                                              
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