«Saber» y ecología. Reflexión desde el pensamiento de Enrique Left

Una de las problemáticas más importantes en la actualidad es el tema del impacto de la ‘mano de hombre’ sobre «ambiente». Se entiende con el término «ambiente» el espacio donde es posible el sustento ‘temporal’ de la vida humana, animal y vegetal. Se piensa que los seres humanos, por naturaleza, desean saber y, en ese deseo de comprender el mundo es donde inicia la aventura del largo camino de la investigación y especulación; eventos que, sin duda, han traído como resultado el desarrollo científico, tecnológico y, en consecuencia, el crecimiento casi ilimitado de la «civilización humana». Ahora bien, ¿cuáles han sido las consecuencias de este desarrollo de las ciencias, sobre todo, con el auge de las ciencias naturales? Es partir de esta interrogaste Enrique Left inicia su itinerario especulativo
Compártelo:

Una de las problemáticas más importantes en la actualidad es el tema  del impacto de la ‘mano de hombre’ sobre «ambiente». Se entiende con el término «ambiente» el espacio donde es posible el sustento ‘temporal’ de la vida humana, animal y vegetal. Se piensa que los seres humanos, por naturaleza, desean saber y, en ese deseo de comprender el mundo es donde inicia la aventura del largo camino de la investigación y especulación; eventos que, sin duda, han traído como resultado el desarrollo científico, tecnológico y, en consecuencia, el crecimiento casi ilimitado de la «civilización humana». Ahora bien, ¿cuáles han sido las consecuencias de este desarrollo de las ciencias, sobre todo, con el auge de las ciencias naturales? Es a partir de esta interrogante donde Enrique Left inicia su itinerario especulativo.

Para Enrique Left, el problema ambiental emerge como una «crisis de la civilización y es resultado de la «crisis del conocimiento», del «ocaso del pensamiento» y la hegemonía totalizadora del mundo globalizado. Las sociedades modernas se han venido construyendo desde un saber pragmático que, tomando como punto de partida para la compresión de «sí mismo» la reflexión «desde la naturaleza lo ha hecho ‘sin la naturaleza’»; por lo que con ese intento racional «de  sí», ha triado lo que el autor llama «la degradación del ambiente», lo que viene desencadenar el llamado «colapso ecológico». Si entendemos que con el poder de la ciencia se puede predecir los hechos, entonces, las ideas que se quieren expresar acá, cobran sentido, los mismos instrumentos científicos creados para la compresión de la realidad, provee los elementos necesarios para poder hablar de lo que se ha denominado «el colapso ecológico». La comunidad humana camina hacia un futuro incierto, marcado por la incertidumbre de lo que puede provocar un desequilibrio ambiental producto del inexorable «cambio climático». Un mundo desigual y el crecimiento exponencial de la pobreza son verdaderos símbolos del mundo globalizado.

El autor ha producido una extensa obra en la que construye un marco teórico para explicar las nociones de: saber ambiental, globalización, racionalidad ecológica, epistemología ambiental; quizás los textos más importantes son: Saber Ambiental (1998), Racionalidad Ambiental. La reapropiación social de la naturaleza (2004) y, Aventuras de la Epistemología Ambiental (2006), todos publicados por la editorial Siglo XXI. Estas reflexiones tienen puntos claves para entender la noción de «desarrollo humano sostenible» cuya propuesta tiene como ejes: la articulación de las ciencias y el diálogo de saberes. Según creo, estas ideas jugaron un papel fundamental para que el discurso del desarrollo sostenible se fuera legitimando, oficializando y difundiendo ampliamente, hasta el punto  que produjo la famosa Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo, celebrada en Rio de Janeiro en 1992, aunque antes, en el año 1972 ya se había producido en Estocolmo, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano. Enrique Left, en su obra propone crear un mundo sustentable, democrático, igualitario y diverso.

 El objetivo es crear un proyecto de desarrollo humano sostenible, «en los límites de la de las leyes de la naturaleza, en los potenciales ecológicos…»[1] que permita satisfacer las necesidades de la población actual sin comprometer la capacidad de atender a las generaciones futuras. Esto se denomina consciencia generacional. No obstante, Left advierte que «el discurso del desarrollo sostenible va engullendo al ambiente como concepto que orienta la construcción de una nueva racionalidad social»[2] que puede formar parte de una moda lingüística que se configura como un discruso falaz, capaz de perseguir objetivos económicos neoliberales, globalizadores que subyuguen los verdaderos intereses de la sociedad y la naturaleza. Estamos ante la capitalización de la naturaleza que no es más que una apropiación injusta de los recursos naturales y de las identidades culturales más vulnerables (‘primitivas’ o ‘tercer mundistas’), el intercambio desigual de las riquezas naturales o materias primas  canjeados por productos tecnológicos del ‘primer mundo’ legitimados por los derechos privados de propiedad intelectual. En este sentido, la lógica pura del mercado es resultado de la llamada «globalización económica»

«Saber» y ecología; dos conceptos que se diseminan de manera transversal en el proyecto de Left,  su reflexión epistemológica no sólo abarca los temas tradicionales de esta: la validez, la verdad y la objetividad del conocimiento, sino que, desde esos conceptos, cuestiona cómo el conocimiento del mundo se ha vuelto contra el mundo mismo, mientras comprendemos los enigmas del naturaleza, la transformamos, la intervinimos y la subvaloramos, a esto se le denomina: «crisis de la racionalidad moderna» y, «de esta forma, la racionalidad económica desterró a la naturaleza de la esfera de la producción, generando un proceso de destrucción ecológica y degradación ambiental»[3].

Enrique Left llama a rehabilitar un proyecto científico en cual los conceptos de «ambiente», «sustentabilidad», «desarrollo sostenible» y «ecología» sean considerados fundamentos neurálgicos. Convoca a los diferentes grupos sociales que conforman casa común: «intelectuales, académicos, empresarios, trabajadores, indígenas y ecologistas a conjuntar esfuerzos para construir un futuro común»[4]  para hacer frente a las estrategias fatales de la globalización y sustituir la mera visón mecanicista de la naturaleza.

Para Enrique Left, «la racionalización económica del mundo, fundada en el proyecto científico de la modernidad, ha llegado a escudriñar los núcleos más íntimos de la naturaleza»[5], por lo que se hace cada vez más necesaria la interdisciplinariedad, articulación de las ciencias, diálogos de saberes: el ser, saber, la identidad, la otredad son elementos que podrán orientar el problema de la crisis ambiental, en esto debe consistir la visón holística del pensamiento científico, «la epistemología ambiental se despliega en un deseo infinito de saber, como un sol que ilumina el camino del saber ambiental entre sombras y oscuridades del conocimiento»[6] Educación para reducir el estigma de la brecha entre países desarrollados y subdesarrollados y crear nuevas alianzas para progreso común

Quizás sirve para la reflexión la famosísima respuesta del Jefe Seattle -jefe de la tribu Suwamish (1855)- a  Franklin Pierce presidente de los Estados Unidos (El gran Jefe Blanco de Washington) en el año (1854) quien le propone comprarle los territorios de la tribu. A cambio, le promete crear una reservación para el pueblo indígena. Se describen algunas líneas:

El Gran Jefe Blanco de Wáshington ha ordenado hacernos saber que nos quiere comprar las tierras. El Gran Jefe Blanco nos ha enviado también palabras de amistad y de buena voluntad. Mucho apreciamos esta gentileza, porque sabemos que poca falta le hace nuestra amistad. Vamos a considerar su oferta pues sabemos que, de no hacerlo, el hombre blanco podrá venir con sus armas de fuego a tomar nuestras tierras. El Gran Jefe Blanco de Wáshington podrá confiar en la palabra del jefe Seattle con la misma certeza que espera el retorno de las estaciones. Como las estrellas inmutables son mis palabras. ¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Esa es para nosotros una idea extraña.
Si nadie puede poseer la frescura del viento ni el fulgor del agua, ¿cómo es posible que usted se proponga comprarlos?
Cada pedazo de esta tierra es sagrado para mi pueblo. Cada rama brillante de un pino, cada puñado de arena de las playas, la penumbra de la densa selva, cada rayo de luz y el zumbar de los insectos son sagrados en la memoria y vida de mi pueblo. La savia que recorre el cuerpo de los árboles lleva consigo la historia del piel roja...


Es necesario promover un desarrollo humano sustentable real, basado en los principios de la «Ética ambiental o Ética Ecológica»  que aporta herramientas teóricas fundamentales para el análisis crítico de los diversos problemas que se puedan generar de la interacción del ser humano con el ambiente, y, desde la perspectiva filosófica, proponer alternativas viables, sostenibles, sustentables, e integrales ante el desafío del cambio climático, que sin duda, amenaza la existencia de todos los seres.  En los planteamientos  Enrique Leff, se exaltan los valores tan necesarios como la  solidaridad, la cooperación y la responsabilidad para hacer frente a la injusticia social y al daño ambiental.



[1] LEFT, Enrique: Saber Ambiental. Edit., Siglo XXI. México, 1998. Pág. 17
[2] Idem
[3] Ibídem. Pág. 15
[4] Ibídem. Pág. 26
[5] LEFT, Enrique: La Racionalidad Ambiental. La reapropiación social de la naturaleza Edit., Siglo XXI. México, 2004. Pág. 8
[6] LEFT, Enrique: Aventuras de la Epistemología Ambiental: de la articulación de las ciencias al diálogo de saberes. Edit., Siglo XXI. México, 2006. Pág. 138
Compártelo:

Publica un comentario: