Pensar no sirve de nada.

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Escrito de Joaquín Mínguez Mínguez titulado Pensar no sirve de nada.

Con la frase: Las palabras están vacías, resume Joaquín Mínguez Mínguez una idea que para muchos concierne a la filosofía. ¿Se puede pensar un mundo sin concepto? ese parece el problema, cuando la inutilidad de las palabras mal usadas inmovilizan y ordenan. Como el autor señala cuando afirma que aunque no interese a nadie, la filosofía es la única solución,  anticipa un camino creativo que se ve difuso, nubloso y desnudo.
                
Este es el primer escrito de Joaquín Mínguez Mínguez en Microfilosofia.


El esfuerzo intelectual, la filosofía, parece ser que no interesa a nadie, el pensamiento que ha hecho de nosotros lo que somos, que ha construido nuestra sociedad occidental y el único que puede ayudarnos a entender lo que pasa, lo que no queremos que pase y lo que podemos cambiar y mejorar no interesa a nadie. Pensamiento y filosofía parecen palabras vacías en este tiempo, sin fondo pero nada diferentes del resto de palabras de una lengua, que remiten unas a otras hasta el infinito, sin decir absolutamente nada, signos que remiten a significantes. La capacidad de esfuerzo ha sido suplantada por un bienestar generalizado de esclavos satisfechos encantados de tener comida (mientras el 60% del mundo pasa hambre) y ávidos de espectáculos que “Entretengan” la palabra más usada para referirse a elementos que tendrían que ser sinónimos de subversión, revolución, replanteamiento y pensamiento, como son películas, libros, teatro televisión e Internet.
El nihilismo, palabra vacía como no podía ser de otra manera, es lo que más define nuestra sociedad actual, dentro de este nihilismo o acompañándolo como inseparable está el individualismo, como sinónimo de libertad. El individualismo hace sujetos egoístas, miedosos, competitivos e ignorantes y por tanto faltos de esa anhelada libertad con la que las fuerzas capitalistas, que dominan cada uno de los aspectos de las vidas de las personas, chantajean a todo individuo. No hay una solución global o general a todo esto, nadie tiene una receta milagrosa, simplemente lo único que se puede hacer (sin que quepa esperar nada) es ser consciente de ello y cultivar un pensamiento critico, un pensamiento que aun sabiendo que a nadie le interesa, que parece ser que no sirve para nada, y que va a desaparecer, es el único que puede darnos una visión particular de cada uno de los aspectos de la sociedad en la que vivimos haciendo un recorrido desde el pasado, desde el inicio de la civilización hasta nuestro presente; e intentar volver a abrir las puertas que dejamos cerradas, los pasados que no pudieron ser pensados o recibidos y desmontar todas nuestras “todo poderosas realidades-seguridades” y cambiar así las bases de nuestro mundo hacia lo único que merece la pena: la paz total y absoluta, la cooperación entre personas, tomar conciencia de que nosotros somos los que fabricamos nuestra realidad, con nuestro esfuerzo, sufrimiento y trabajo, por encima de intereses burocráticos, nacionales, culturales, religiosos e identidades personales del yo-absoluto y dominante.



Pensar no sirve de nada - Escrito de: Joaquín Mínguez Mínguez.
Puedes hablar con el por Correo: jminguez26@gmail.com
Imagenes del grupo canario The F.E.O.S. (the Funky Experience Orgasmic Sound)
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