Las formas simbólicas, lingüísticas y mitológicas en filosofía.

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Curiosidad del lector bien aplaudida si pregunta por la aparición de términos en artículos anteriores, curiosidad que sólo en el caso específico de ella misma es de genuino interés para mí; posición opuesta al caso extemporáneo y que sintácticamente no refiere a los términos a los que se hace mención.

Semíontológico, es una extrapolación lingüístico mitológica(exactamente dicho, con los términos invertidos). Lingüístico porque hace parte de la filosofía la lingüística y las clasificaciones particulares, mitológico porque simboliza el clamor o emulación a una figura divina, que bien, puede ser tomada como la de un dios cualquiera que tiene una relación de retroalimentación con el humano, el sujeto o el individuo. Puede ser también tomado por el sentido correcto, ortodoxo, como acercamiento hacía el ser que es en esencia una figura divina. La primera de las analogías es esencialmente inconsistente; mezcla lingüística con filología, el estado meramente lingüístico de la forma mitológica no procede por una ley distinta que el de la imaginación aleatoria del filósofo hacía el hombre primitivo; no existe clasificación filosófica para el estado mitológico, cuando menos estando ceñidos a la filosofía occidental. La categorización filológica o histórica es la simbolización del facto religioso, la trascendencia hacía los cultos y la diversificación de las religiones(homines religions) en torno a la relación de los objetos y los sujetos, los objetos y los objetos de manera tangencialmente variable como hemos visto antes. La aparición de la lingüística es infechable en sentido cronológico, sin embargo, la historia de la lingüística muestra una inclusión interna y externa únicamente en la ciencia filosófica.
En el sentido más vulgar de la palabra, filología determina la historia del gesto. Bien sea, historia genética aunque nada o casi nada tiene que ver la filología con la ciencia estructurada de la genética, inclusive, tampoco la filosofía en praxis primaria. En especialización, la historia del gesto a nivel literario. De aquí sale una configuración para el establecimiento de la filología como historia del hombre y la lingüística como historia de la palabra filosófica. Aún así, queda sentado como presupuesto que la lingüística y la filología conservan una distancia a nivel histórico puro y que en el estado histórico del pensamiento universal, están diferenciados por naturaleza de carácter y por etapas de fundación.

Pre ontológico es mutatis mutandis una ‘terminación’ mitológico filosófica. Lo previo es pre filosófico, pre configurado al ser o a lo óntico. Es otro caso de extrapolación. El dividido natural de lo ontológico es lo mitológico; el mito es anterior a la filosofía y en éste caso, se trata taxativamente de la emulación a una divinidad e igual que en el caso anterior, se establece una duplicidad del habla filosófica, una escisión del ente entre la divinidad y el acercamiento al ser. Ad usum delphini, el hiato filosófico ‘prefilosófico’ designa un estado deshistórico, subhistórico. Es decir, un momento, un instante imaginario cerebral en donde las fechas son una clasificación inadecuada y en donde lo que se adecua es simplemente la temporalidad espacial y la atemporalidad de la idea. Posteriormente, están adheridos por razonamiento de las leyes lógicas del sujeto y el objeto, el objeto y el objeto y las relaciones del universo con los objetos.
En el desarrollo físico exterior (textual exterior) de la extrapolación, se desprende la multiplicidad del vocablo. El vocablo tiene símiles en intuiciones, acepciones en la construcción del significado.
Ahora bien, la pregunta la elaboramos empleando el uso de ‘lo’ preontológico y ´lo’ semiontológico.
Decíamos, habíamos denominado las anécdotas como sátiras. La sátira cumple la función gramátical de simbolizar la risa del pequeño duendecillo, del evocador mágico de la risa sobre lo presente( el objeto presente). En éste caso, la risa no sólo encuentra una pálida evocación en el griego burlón. Subhistórico, es más relevante que la risa en el teatro, relevante en ontogénesis de la definición. Suaves risas en el teatro es el producto escritural literario pieza de conexión apenas lógica entre la intención entre la sátira escrita y múltiple en vocablos.
En éste punto debemos ver qué papel juega la gramática en nuestra elaboración.
La sátira misma es múltiple en vocablos. Toda gramática siempre revelará la translación cerebral escritural de una intención determinada por la creación, por la recreación o por la invención(lenguaje forma y fuerza). Toda gramática es parcial y la circunda un entorno antígramátical. La gramática y la antígramática mueven sus influencias sobre las realidades mismas en intervalos atemporales. Si dijéramos ‘ de manera atemporal, atemporalmente’ redundaríamos en sentido de lo repetido. ¿cúal es la explicación? La repetición no sólo es mecánica en determinados casos. Es por naturaleza psicológica idéntica cuando se trata de asociaciones lingüísticas particulares y geométricamente simples. Remitamos a crepúsculo, una repetición idéntica es afín a un átomo, la asociación toma la forma, el tipo estético de una atomización, una llegada a endurecimiento de la acción cuando volvemos a la repetición de lo mismo.


La idea puesta sobre la mera physis se atomiza (véase esta acepción de physis en la historia de la filosofía de Manuel García Morente). Paradoja graciosa y placentera para nosotros, volvemos a estar parados en la categoría de la reminiscencia de la idea, y tal vez sentados. Esta situación proviene de un imaginario pre lingüístico, deshistórico, si se quiere religioso. ¿Por qué? La categoría del mito es necesariamente ‘holística’, holística de términos que atañen a la historia y a los desarrollos destemporales de pensamientos filosóficos, el mito es ideogénicamente afín a la reminiscencia, en principio a nivel histórico, lateralmente a nivel subhistórico y filosófico. (Lateralizar un razonamiento refiere a una función anti lógica: el razonamiento circular. Una tabla de razonamiento de lo afín o subsecuente al sujeto en donde bien, no existe la contradicción formal, existe ‘el agenciamiento’ circular hacía los objetos frente al sujeto en referencia, existen múltiples objetos no contemplados-no abarcados por la regla de tres. En la historia de la filosofía sólo lo explica el rizoma; un rizoma ubicado en un estrato con múltiples ramificaciones a manera de bulbos-visión clásica de la naturaleza; circulo de posibilidades).

El rizoma, en el mero estado de no potenciación, describe la afinidad entre un objeto de ideas y uno meramente igual (par): ‘una’ reminiscencia y un mito, el plano de inmanencia es inevadible, es beneplácito modesto espiritual y material para el filósofo. La reminiscencia lateraliza con el mito, la aritmética es su devenir natural. Crepúsculo es atemporal, gramático y anti gramático (atemporal gramático y anti gramático, el átomo es el origen precario de la gramática, en términos de acepción, de lo mismo. Reflexionar sobre la gramática es axioma de reflexionar sobre los objetos).

Imagen clásica del pensamiento, pero no idéntica. Lo gramático y lo anti gramático subsisten sobre la base del tiempo, no de la época ni de la institución histórica, exactamente subsisten sobre la temporalidad; entre los entes y sus subdivididos, los objetos. Resulta entonces una sorpresa para los que filosofamos y cómo es mi caso y el de algunos, que nos adaptamos a los canones del abordaje filosófico, que la representación de los significados a nivel histórico filosófico es y sea una representación viciada. Heidegger nos juega una mala pasada al diagramar, relatar la representación de lo temporal como representación de lo idéntico, el fallo epistemológico es que la temporalidad histórica está puesta sobre dos niveles que paradójicamente el mismo Heidegger trata: el campo fáctico que es afín al campo historiográfico y el campo de la ideación y la desunción o desasunción a lo histórico y que es meramente filosófico, óntico de relacionamiento epistémico; la subhistoria, el cerebro; el agenciamiento secundario y terciaro hacía las ideas. No es nada nuevo esto, es mitad historia mitad Deleuze (rizoma)
En este momento conviene una digresión. Como la que hizo Nietzsche en la gaya scienza “digresión de loco” aunque no es la locura la que la inspira ni la motiva pese a que ella misma no me falte. Heidegger fue para mí un auténtico alimento intelectual, sin sus bases y escritos que dicho sea con gracia y perdón que eran otra cosa distinta a ensayos y no propiamente libros, tampoco panfletos; sin tal derroche de subversión e imaginación antifilosófica no hubiera podido yo experimentar tantas sensaciones y agenciamientos anti históricos que ahora nutren y conforman un pequeño pathos que en el presente intenta salir a flote y accionar.
Quiero hacer referencia a un escritor de la actualidad: Nicolas Alberto Gonzales Varela. No es cosa de translación escritural Nietzscheana, de rendir honores, dividos y heridos honores a mentores y a escritores aunque luego por una causa histórica profunda eso pueda hacerse. En principio, recomiendo leer su blog www.fliegecojonera.blogspot.com en el que actualmente trata el tema de la actividad política de de Heidegger en Alemania en el tercer reich, sus influencias y su desarrollo filosófico. Dada la actitud servil y diletante de los académicos actuales hacía dicho autor, de la cual yo no me excluyo en cierta época y de la cual Gonzales Varela tampoco es libre aunque si está en libertad de demostrar lo contrario y mucho más, manteniendo una posición crítica y constructiva como ahora lo hace, es menester de todo pensador de grande y pequeña escala, seguir los pensamientos y análisis de éste a pesar de todo loable escritor que es además de todo muy hábil en el arte de la escritura.
Quiero hacer una aclaración: mensajes en la internet han aparecido a mi nombre en determinados espacios. En principio, nunca fui un partidario de los comentarios en internet pero los avatares del destino, los apremios de la labor y las malas pasadas del sistema nervioso terminaron incluyéndome en ese mundo. En segundo lugar y ahora no menos importante, la necesidad de un medio de comunicación que pueda ser a la vez público y privado, que se ajuste a la naturaleza de los abordajes filosóficos interdisciplinarios y que se ajuste a mis posibilidades. Tales mensajes puede que contengan opiniones mías o más bien, opiniones que en un pequeñísimo grado de compatibilidad, un ad hoc malsano, correspondan a mis pensamientos. Lamentablemente, mi correo ha sido Usurpado más de una vez al punto de encontrarme ante un flágelo que me obliga a no usarlo más y en determinado caso clausararlo. Siempre he pensado que los comentarios cortos en internet obligan a enormes incomprensiones y problemáticas destructivas. Sólo hay un comentario que he hecho en los temas del señor Gonzales Varela.


El resto de opiniones que encuentre enrostradas a mi nombre le pido que las ignore, que las tome como bromas malsanas que van contra mí mismo y los que queremos encontrar la verdad sobre nuestra actualidad y que si a ellas usted le encuentra algún buen valor, tenga en cuenta que no las dije yo sino un usurpador de cuentas. Finalmente frente a éste tópico, debo decir que todas las opiniones frente a cualquier tema, serán publicadas únicamente aquí en mi blog y en los dos alternativos que manejo: en  la comunidad el Pais y encuentros y zatiras, también en la microrevista de filosofía impresiones vivas. Por lo demás, los temas del señor Varela son temas que conozco y que he manejado y me parece que merecen ante todo un tratamiento objetivo.

Para efecto y causa, leer el blog de Nicolás Gonzales Varela es importante no sólo por gran relevancia de los temas que trata sino por la disposición que muestra el autor para tratarlos y al que debemos conceder paciencia y un espacio idóneo para exponer el amplio tema que aborda. Yo, que a título personal he defendido la importancia de la esperanza como valor esencial de la vida, los escritos de Gonzales Varela son para mí una auténtica caja de pandora, no sólo por sus apetecibles ofrecimientos sino por el origen experimental histórico de los escritos mismos.

En cuanto a discusiones malsanas entre intelectuales de las que penosamente para mí y otros, yo he sido parte debo decir algunas palabras. Primero que aparecieron por ahí un par de mensajes en foros que a mí ni me interesan y de los cuales no me hago responsable, la razón ya la he explicado. En segundo lugar, quiero exponer un pensamiento. Cuando los intelectuales perdemos valor en las sociedades, cuando perdemos paulatina y aleatoriamente el valor de nosotros mismos, nuestro afecto por nosotros mismos, como a la manera de las sociedades utópicas nos envolvemos en la práctica insanamente naturalista y del cálculo alógico y en este caso tenemos que entender la palabra por falsamente lógico. El problema de la incomprensión de la lógica y mucho más del uso normal y adecuado de la lógica y de la auténtica lógica a nivel histórico y subhistórico degenera en una incoherencia en nosotros mismos en el trato con las personas, con los objetos y el universo circundante; no nos medimos bien. No es como creen los clasicistas(aquellos a los que algunos he clasificado como santones pero sólo por una vez por oficio del relato) que es por inadecuada veneración a los autores y a los registros historiográficos, el asunto no es venerarlos sino conocerlos, experimentarlos en plano de consistencia. No es tampoco como creen los artistas que es por exceso de uso de los conceptos lógicos, ese es uno de los mitos de fundación indebida que se le adjudican a Nietzsche; el uso de la lógica y los conceptos exactos siempre serán necesarios para todo pensamiento que aspire a un desarrollo sostenible, sea artístico o analítico. No es tampoco como piensan los literatos y los espírituales libres (sin intención de aludir al concepto Nietzsche) que el uso de la lógica ad hoc, el uso de la regla en la construcción sintáctica para revelar una idea, describir una relación de elementos, es síntoma de negatividad o positividad pues la literatura y la ficción son neutras. Por ejemplo, la escritura de Gonzales Varela está nutrida de esto. Lo que en mi opinión no es conveniente es repetirlo demasiadas veces en escritos históricos pues deforman los hechos y los objetos y dejan de ser pedagógicos y descriptivos. Encontrar la posición propicia es nuestro trabajo y en el seguimos, así que si tal cosa le preocupa a usted, encuentre mi solidaridad en este aspecto. Como dijo un forista “guiémonos por la razón y no por la pasión” pero que alguna vez venga una intensa pasionalidad, por el bien del ánimo y de la ciencia filosófica.

Ahora, cuando utilizamos términos como alogico para la cristiandad es porque vemos en la institución cristiana movimientos singulares y anormales aunque estos cambien en casos individuales. En este caso, el término alogico debe ser tomado por desestimulación lógica. A Nietzsche se le adjudican otros dos mitos sin debida fundación: el de superestímular a los intelectuales en su papel de mediadores en las comunidades y en los centros de desarrollo de las actividades jurídicas. Segundo, el de depauperar el sector físico químico de la psicología el estímulo natural, es decir, de minarlo con un antiestímulo o sobreestímulo. Paradoja del superhombre y de lo antimoral. A ese respecto, decimos que la cristiandad es etnocentrica, cree demasiado en su poder y en su guía social; paradoja negativa del hombre superior. Fin de la digresión.

La pregunta es por la anécdota, lo que se pregunta es la anécdota. La anécdota en este caso tiene una filiación literaria, tiene también a nivel histórico contextos y a nivel de la filosofía, contextos y microcontextos. Lo que responde a una pregunta que necesariamente se configura como axioma es la inversión de sus términos, la inversión de lo que se pregunta por lo que se pregunta y así puestos como primer y segundo término. Con esto queda sentada la primera premisa. Si hablamos en términos preuniversales (Deleuze) es el punto de generación.

La anécdota es de manera taxativa como la acabamos de decir. Ahora viene su parte intaxativa, el fondo peculiar en donde la gramática y la anti gramática encuentran su punto de generación propio, su prehistoria. Sin embargo, cometeríamos un error de ligereza mejor, trazaríamos una línea recta ficticia entre atemporalidad y temporalidad subhistórica si entendiéramos prehistoria por esa misma del concepto gramático y no gramático. Lo que hace tal prehistoria no es una conceptuación, una construcción o una creación de un concepto. La gramática es un estadío subjetivo de la comprensión y es postclásica, es decir postfilosófica; La simbolización de la escritura, lo binario artístico responde a la necesidad de organización y señalización, no de construcción de la escritura ni de la especialización del concepto como forma tangencialmente diseñada o fáctica. Una escritura diseñada por proposiciones tiene siempre un plano de factícidad, un plano en donde los hechos se sostienen, éste plano tiene entonces elementos gramáticos y antigramáticos. Una escritura que ha recurrido a la especialización y clasificación de las señas, las señales, es por equivalencia una escritura que ha devenido y no esencialmente devenido sino mutado en una recreación de la cultura, un ad hoc literario y lógico, un relato y una ley aplicada sobre la idea; esa es la acción gnoseológica. La gramática es histórico filosóficamente una subclasificación de la lógica, de sus desarrollos destemporales. Esto traza un linea recta bien medida a nivel de atemporalidad y temporalidad subhistórica. El subsecuente natural es la especialización. Un especialización filosófica, epistemológica como la metafísica o la antropología por ejemplo o bien una especialización material social no se sostiene en un plano fáctico unitario gramátical, precisamente porque no existe la unidad entre lo gramático y lo especializado, el especialista siempre acude al ad hoc lógico o literario y así lo hacen también los pueblos en sus relaciones diferenciales con los especialistas, los netos individuos y los pensadores. El diseño de la especialidad, el trazo de la letra y la conformación analítica siempre llevan una doble relación ad hoc, una relación atemporal, necesariamente subhistórica. Por tanto, toda escritura gramátical es una escritura no equivalente a un lenguaje real. Con esto queda sentada la segunda premisa.

Acorde a plantear una pregunta con el uso de lo pre ontológico y lo semi ontológico, debemos invertir los términos de la pregunta, lo preguntado por lo que pregunta. Tratandose de una pregunta no histórica que en este caso es subhistórica debemos plantear la pregunta de manera negativa.

Una pregunta negativa refiere a una contradicción, una contradicción en los términos del discurso, una asociación inconclusa. Existen en este nivel dos formas de preguntar y refieren a lo filosófico: una de ellas es la manera históricamente ortodoxa, la de la representación de la pregunta clásica. Ésta consiste en que lo preguntado es el objeto de la visión frente a la información necesaria al núcleo filosófico; un ad hoc negativo. La otra de ellas es que lo preguntado es el objeto opuesto al nucleo filosófico, el anti gramatical de la historia, lo que al filósofo es el encuentro de su presupuesto. Es un objeto previo y posterior según la teoría del ser, desde la mirada de la subhistoria, es un objeto unipresente y que tiene miras a la multipresencia. (referenciamiento y desreferenciamiento)

Si preguntásemos de la primera manera estaríamos respondiendo inútilmente al axioma como pregunta,es decir, estaríamos ignorando la pregunta. El subsecuente es la segunda forma. Es aquí donde lo preguntado que pregunta por la pregunta adquiere una identidad y un sentido pleno de relación con el universo físico.
Las premisas cumplen dos funciones. Una, la de flexibilizar el discurso de la subhistoria y otra, la de determinar los elementos tratados en pos de las respuestas.

La anécdota es literariamente una sátira, así la hemos definido y así la hemos circulado. La sátira emula una función gramátical, pero sólo en la acción de la escritura y la contextualización literaria como acto simple y univoco de relatar sobre la historia de la sátira, presupuesto de la sátira, escenario histórico de la sátira. Lo que sostiene la literatura y la escritura es la prehistoria de la gramática y anterior a esta, está la prehistoria del lenguaje. El plano en el que se mueven las dos prehistorias es par, afín subjetivo al plano de la secuencia del ad hoc negativo y del ad hoc positivo.

La prehistoria de la gramática no es la historia del ser, el átomo es la disección del universo físico en pro de la comprensión del mundo, es desde el relato y la diagramación de los entes como divididos atómicos como se empieza a ser gramático, todo ente dividido es una construcción gramátical, es el dividido del ente. Aquí hay un punto de coyuntura y conjunción: la existencia de los objetos sólo se comprueba con la destemporalización del átomo, la destemporalización de la idea filosófica; La gramática expresa una proposición en relación a un objeto, determina subrepticiamente sus raíces, las etapas de sus cualidades y las etapas de las ideas, las relaciones de afinidad. El ser describe los objetos como objetos unipresentes y multipresentes, la subhistoria los clasífica. Aún más, no sólo los clasifica, los mueve dentro de la sistematización y la desistematización de los conceptos. Con esto queda sentada la premisa tercera, la premisa auxiliar en donde es posible la relativización de los objetos y del lenguaje; cumple la función de la gramática pero sin la sistematización de la misma.

Puestas las formas de la pregunta y los elementos gnoseológicos de la respuesta podemos elaborar la pregunta. ¿Por qué hacemos anécdotas? La respuesta a la acción es la búsqueda, en algún caso, el instinto de búsqueda. La pregunta a responder es ¿por qué son anécdotas?.
No se responde como axioma al señalar que es una manera de expresión filosófica que combina la literatura con la filosofía o que emula la capacidad artística de la escritura con la simbolización Y recreación de las ideas y épocas; esa es su definición geométrica simple. Lo que es relevante señalar en este caso es la insuficiencia de la regla de tres cuando menos a nivel lógico en prelación a las experiencias, en este caso la relación de Aristóteles con el empirismo falla y es por una insuficiencia de comprensión, es el asunto primario de la physis.

Lo que la responde es que es una reminiscencia en movimiento. La categoría de los recuerdos en sucesión a las imágenes y los movimientos, los átomos divididos son los que nos permiten hablar por medio de una anécdota. En la categoría anti gramática, la función ficticia de la gramática, la que simula la proposición referenciada por el átomo es la que nos permite hablar de la filosofía, diagramar la filosofía, relatar la filosofía y el saber filosófico como una anécdota; símil de la intuición, como una historia sin fondo de referencia en la institución, como una señal biunívoca y múltiple del saber, del quehacer y de la existencia del filósofo puesta sobre sus condiciones y sus posibilidades.
Ahora encontramos el significado de las anécdotas. A la manera como en los aforismos, la sintaxis, el espacio y la medida cambian el sentido de lo corto y así como en ellos la selección aleatoria o intencionada de sus grupos y objetos construyen significados inmanentes y asignificantes, espírituales y tangenciales a los objetos, por una vía igual la anécdota habla de los objetos y de las espiritualidades de filósofos, para reconocer la existencia de los filósofos en un plano independiente de la historia y de la institución. Lo que la hace anécdota es su carácter material y etéreo y semimaterial y esto último tomada en duplicidad del vocablo en el habla filosófica.

Critical Aspects of the Invention were Forged imagen de mark rozic
Lo que hace la historia del filósofo son sus circunstancias, lo que hace su historia particular son los elementos de su subhistoria y lo que las aplicaciones de las leyes y las proposiciones digan de él. Se trata de una relación auxiliar entre el órganon de leyes de Aristóteles y la tabla de correspondencia del conocimiento de platón, no como fin o finalidad de ellos sino como mediador de ellos. A este respecto, se producen las descripciones y la anécdota es también una descripción.
Y finalmente lo que se busca con la anécdota es la descripción del fenómeno. Una anécdota relata, explica, comunica, demuestra una parcialidad o un subglobal más aún, su nucleo central es el de la descripción.
Quizas en donde podemos ver una escritura anécdota es en la intempestividad de Nietzsche. Si valoramos convenientemente el nucleo mitográfico que rodea a Nietzsche, es decir, si diferenciamos convenientemente los abusos y utilizaciones e incluso si excluimos y desechamos algunos de los relatos instaurados por el Nietzscheanismo oficial, por ejemplo la manipulación masiva por parte de su hermana Elizabeth y específicamente de las cuatro intempestivas; si, nos acercamos al relato experimental de sus percepciones, de su taller experimental de cartas entre los años 1873 y 1876 y si eso lo complementamos con el 72 y el 77, si nos acercamos al carácter de su intempestividad en sus propios libros, podremos descubrir una escritura de carácter muy anécdotica. Dicho sea de paso, nadie puede preciarse de conocer realmente la filosofía de Nietzsche si no ha dado un paso lento y fructificante por el origen de la tragedia y si no ha reflexionado por el camino creativo, crítico, espinoso y sugerente de las cuatro intempestivas que en total no fueron más como nos lo demostró la historia y la actualización de la investigación.
Desde Strauss hasta Wagner y pasando por Goethe junto con el antírelato de la bondad, importancia y maldad de Schopenhauer, las cuatro intempestivas constituyen y se constituyen en todo un relato histórico y filosófico.

Tal recorrido por las intempestivas revela también la existencia de nuestro problema, el endurecimiento de la escritura, el pathos y el antipathos.
Y sobre todo, qué otra cosa podría ser más importante que, no la existencia de un pathos sino de un anti pathos. Se diría que la existencia de un auténtico pathos, sin embargo tal cosa no es de mi interés.
El pathos y el antipathos es la vivencia del filósofo y la vivencia de los objetos en recreación con el mundo, es de alguna manera el erleibnitz pero es una vivencia tan filosófica como anti filosófica. Tal condición de la vivencia no sólo se debe a la existencia y la vivencia en sí de un antipathos sino del pathos mismo, es decir de la vivencia preindividual y proinvidual de la espiritualidad filosófica, el individuo con sus anexos históricos y gnoseológicos.

La función del pathos y el antipathos tiene también una óptica contraria, un polivalente anexo. Es una vivencia antifilosófica si indaga por la negatividad del objeto e incluso de la forma, es filosófica si encuentra los objetos que responden o preguntan por la positividad o por la negatividad.
Quizás el caso más patente sea el de la historia y la subhistoria de Nietzsche entre la muerte y la antimuerte, pero no hablaremos de ello en esta ocasión.
El endurecimiento de la escritura es una cuestión del fenómeno, una cuestión de la problematización de la idea y del acto en la descripción o en la creación de las descripciones. No es como pensaban los orteguianos que la escritura era un reflejo del pathos, la escritura revela los pensamientos del autor y en la medida de sus apariciones taxativas su entorno, pero no es el medio preciso para definir ni hablar del pathos, es inevitable hablar del estímulo, de la reacción y de la prolongación del tópico.
Por ejemplo, leyendo a Nietzsche podemos engañarnos intentando percibir una espiritualidad planteada de uno o de otro modo pues en ocasiones lo que hace es describir o explicar escenarios históricos y subhistóricos, sus opiniones en todos los casos no son filosóficas sino literario descriptivas. Jose Ortega y Gasset, que llamó a Nietzsche ‘nihilista’ no cayó en cuenta que el hacía en muchas ocasiones una actividad similar, sólo que no llegó al nivel subhistórico en su actividad política.
Las anécdotas mismas son un ejemplo del endurecimiento de la escritura, y tal como pasa en literatura, la escritura se muestra dura y sobre todo, llena de mucha repetición pero también, de elementos diferenciales si es que a la diferencia se le adjudica la subhistoria.
Sin embargo, el pathos y el antipathos es un tema que supera la filosofía de Nietzsche. El pathos y el antipathos es una cuestión de los filósofos en general, cuando menos hasta en la historia reciente del siglo XX.
Y de aquí parte un nuevo interrogante. Sabemos que la psicología en tanto a ciencia y saber humanístico tiene avances innumerables y eficaces al punto de que el canon psicológico universal es casi científicamente incuestionable. Pero aún así ¿es posible una particularización, para decirlo en términos antiguos, una physis para el filósofo? Cuando menos ¿una actitud especial para hablar en términos de la psicología frente al filósofo? En los artículos anteriores hemos respondido con un no concreto y absoluto a las dos preguntas; pero, quedan dos vías de indagación por explorar: la de la historia en el filósofo y otra que ya hemos sondeado, la de la prehistoria de los pensamientos.
De aquí nacen dos anatemas. El primero va referenciado al prefacio de “diferencia y repetición”; el rizoma como elemento para observación del estado primario del lenguaje, la prehistoria del lenguaje, la prehistoria del lenguaje. El segundo es del lenguaje como expresión secundaria en la historia, un antÍtema entre Nietzsche y platón.
Quizas, una de las mayores utopías de la época actual y también quizás, uno de los menos valorados es el de la unión funcional del saber clásico con las ciencias modernas. Cuando decimos funcional lo referimos a nivel lógico matemático como movimiento destemporal del pensamiento a través de la historia. En segunda instancia, lo referimos como aparato crítico y autocrítico de la historia y de la filosofía. Fue también uno de los desarrollos importantes del pensamiento de Michel Foucault en su fase estructuralista y quedó a medio hacer y truncado en vías de indagación; es una indagación a la manera de la tragedia.
Lo que para el presente caso nos interesa de los dos anatemas descritos es su paridad en el nivel de la literatura. Cuando nombramos la anécdota como una descripción es porque usamos formas, agenciamientos y estractos estilísticos literarios para escribirla y que con esos elementos describimos. La descripción literaria, de la historia y la filosofía es en estado puro una descripción simple.

La literatura tiene un doble efecto de conspiración en el endurecimiento de la escritura; es verbiforme y hace circular las palabras de manera alternante y explosiva, son proposiciones rectas y aparecen como transgresiones del discurso propio, tan duras como flexibles, cumplen la función alterna de la gramática.
Es uniforme cuando es un relato continuo de actos; al contrario del caso anterior, la flexibilidad está en el circulo, el circulo del acto es pre ontológico, por intencionalidad y por forma. El efecto que causa es el de la aparición de guiones estéticos, la proposición recta cambia su sentido, su orientación sintáctica o mejor; se adapta a una lateralización. Es el efecto gramatical habitual, el idéntico de la repetición. Como una acumulación gramatical que al no tener el efecto lateralizador en el círculo, endurece la escritura.
Segunda digresión. Hemos hablado contra el campo de prácticas, exactamente, contra el campo de práctica y el sujeto. La cristiandad que ahora lo decimos con respeto, la cristiandad, etnocéntrica, no lo tolera en el desarrollo natural social normal. Gracias a Nietzsche y su exhortación a la existencia del individuo, gracias también a la intervención hermenéutica y antropológica de Foucault, hoy tenemos por valioso y ortodoxo el concepto de individuo, también el de individuación y teorización de la vida individual. La constante y a nivel de fuerza, polivalente lucha entre el clasicismo y el estudio crítico y flexible de la historia crea una brecha ‘abismal’ entre los elementos que conforman un campo de prácticas y las posibilidades de que un sujeto demuestre una teorización en el campo mismo. Eso, se constituye como primer argumento para la utopía. Ya Nicolas Gonzales Varela había hecho una exposición frenética acerca de la calidad esquizopolítica de sus opositores en la que señalaba el terror del pathos de la distancia. Autor que reitero, a pesar de que repruebo por conceptos técnicos e investigativos su trabajo preliminar sobre el pensamiento político de Nietzsche, me resisto contra cualquier comentario despectivo contra su persona y su trabajo como el que apareció a mi nombre en un enlace de rebelión.org
Enlace que por demás no expresa las genuinas ideas del autor cuyo trabajo pedagógico valor por encima de mi opinión personal.

Acerca del campo de prácticas y el sujeto, tengo que decir además, que en el análisis histórico filosófico anecdotista, en él, tenemos una vía alterna de probación de elementos y no conceptos, pero sí conceptuaciones filosóficas. El campo de prácticas se fundamenta bajo el siguiente esquema práctico: tiene los fundamentos científicos necesarios para sustentarse en un campo humano complejo aunque calumniadores y empiristas de la ética individual digan lo contrario. Tanto más que la psicológia tradicional, el campo de prácticas tiene el inconveniente de dificultad de adaptarse a un medio social jurídico. En ese sentido, es una práctica acientífica, pasa por alto que la ética es el cultivo necesario para una investigación científico humanística. En este caso, la exégesis y reflexión del filósofo no es el problema, cuando menos no el problema patente. El problema patente es el abordaje de los campos interdisciplinarios y sus acciones determinantes sobre el poder. Mucho más, en una sociedad que sigue funciones alógicas y como reconocía Gonzales Varela, sigue funciones etnocéntrico monárquicas, que niega los estímulos positivos desde las esferas religiosas y que clasifica a los sujetos por valores comerciales desde el estudio del cuerpo. Elogiosamente para Gonzales Varela y su corriente, contra la que me pongo por encima de todo afecto personal en aras de la verdad, elogiosamente y justificado tal elogio, tal es el valor de calcular las influencias del pensador Alemán Federico Nietzsche, el sacarlo de la escala de presupuestos utilitarista y parasitista occidental la cual se nutre de los desarrollos destemporales terciarios del pensamiento moderno. Literariamente brillante y creativa y sentimentalmente respetable “maldición contra la modernidad”. Tomándolo como no otra cosa que una etiqueta literaria, estimado Nicolás Gonzales ¿no tiene usted en la anécdota y en sus análisis mismo la respuesta y vía de solución a los problemas que plantea?. Fin de la digresión.

Lo que taxativa e intaxativamente nos ofrece la anécdota filosófica como complemento de la observación del sujeto en el campo de prácticas es el relato de una personalidad filosófica, en un caso, de quien escribe pero en otro caso de quien se habla; esto se hace como decíamos, por el estudio de la prehistoria de las ideas, de la prehistoria del lenguaje que no viene a ser otro que el lenguaje filosófico.
Lo gramático y lo anti gramático revelan también un estímulo. Lo que se quiere decir en un plano de positividad y alteración se dice en un plano gramátical. Lo que se dice en plano de negatividad y disfunción, se dice en un plano antigramatical.

Subsecuente es la función filosófica, Schopenhauer y Goethe entran en acción. Llamar a Nietzsche anti filosófico y nihilista es no sólo un insulto y una impostura intelectual sino una desatención garrafal. Es filosófico y sugerente por herencia y por descripción de fenómenos y paralelismos. Todo lo que el nihilismo niega y degenera. La filosofía de la ontología misma.

La acción filosófica, el habla filosófica sea singular, doble o múltiple, unívoca o biunívoca hace una descripción sobre los estímulos y dicho textualmente, por sobre los estímulos.
Evocación a la vitalidad, proclividad a la función regulativa, textualidad poética, somatización del instinto, causalidad o proclividad de la intuición, literalización de la palabra, paranoia pedagógica, escatología y fenomenalismo de la historia entre otros, hacen parte del habla psicológico filosófico del pathos y el antipathos. Dejemos el asunto hasta esta instancia de momento.


Para terminar: El pathos y el antipathos conforman una unidad espiritual, una ideofilia de sentimientos y pensamientos que en mi caso es la ausencia por la presencia, la diferencia de lo que no existe, el individuo; afirmación de lo gramático y lo anti gramático. Desde el pathos de la distancia; el origen histórico y plausible del pathos y el anti pathos, desde aquí digo las siguientes palabras.
Hablo contra el campo de prácticas y su relación objetiva con el sujeto, hablo del autor que provocó una vergüenza y una venganza. La sociedad no está preparada para ver al héroe y al semidios en acción, la burguesía todo lo convierte en derechos y sacrificios poéticos. ¿queremos la muerte del débil? No la queremos, no la necesitamos, no la ansiamos. ¿queremos el aconsejamiento al débil? Lo queremos, todo consejo es el camino para la autonomía de lo que no existe en la escala natural de las cosas, de su existencia en el mundo de los hombres, ¿cúal es nuestra motivación principal? Queremos la libertad del débil tal como ustedes y nosotros la entendemos.

Termina nuestra anécdota de esta vez. Perdone usted lector/a mi crueldad y generosidad al dejar tópicos dolorosos, importantes y espinosos sin conclusión y en pleno estado de ebullición. Reflexione con calma y cálida objetividad sobre lo leído y haga desarrollos críticos de las etapas del discurso. Continuaremos con la segunda parte de este amplio y extenso tema.
Cordialmente

                   
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