Comentario - Más allá del pavimento

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Me parece algo peligroso, en cuanto que tienes ante tus manos miles de símbolos a interiorizar como “cruce de caminos, Dioses, magia, espíritus…” otorgándole a cada uno una función para conseguir algo, muy lioso, y perturbador, pues lo más difícil de cambiar, es el significado antiguo... que pueden hacer que el trayecto hacia el cambio quede a medio camino … depresiones, ansiedad,…


Me da la impresión de que la deriva, trata de conseguir un estado de animo distinto ante una situación especifica, así comienza a visualizar una imagen antiguamente perturbadora, con el contra sentido de no tenerla en la mente para experimentar ese animo, por lo que después de haber estudiado el significado de cada símbolo, posicionarse en este caso en un cruce de caminos (supongo que significará el cambio) así avanzar absorbiendo cantidad de estímulos significativos, con la mente en blanco, y dar con uno que nos afecte positivamente, después se ha de volver al cruce de partida, -dice el texto-.

La dificultad principal, la encuentro en la idealización de la temática, lo que propicia un distanciamiento en vocabulario entre individuos de la sociedad, probablemente al utilizar estas palabras en un contexto occidental, acabarías siendo “el brujo” del barrio, cerrándose el circulo de encuentros a unos pocos individuos.

- -Stephen Grasso, Más allá del pavimento, la bestia. - -


Una vez has pelado la cáscara de grisez urbana del mundo y descubierto un mundo mágico lleno de espíritus, la siguiente fase es ver lo que puedes hacer con ese mundo, cómo puedes hablar con estos espíritus y averiguar qué podrían hacer por tí. La técnica de la deriva no sólo revela magia, sino que es un proceso de vínculo con ella. Tiene muchas aplicaciones distintas, y puede usarse en variedad de contextos. Puede usarse como un método de comuniacción directa con el “genus loci” o espíritu de un lugar en particular o de un área geográfica más ámplia, o como forma de diálogo con cualquier entidad con la que estés trabajando. Puede servir como un método de recoger potentes ingredientes y materiales para rituales, o para buscar respuestas a cuestiones adivinatorias. Las aplicaciones prácticas de la deriva son numerosas, y el mago imaginativo descubrirá sin duda muchas más. Puede llevarse a cabo practicamente en cualquier sitio y momento; así, es ideal para esas situaciones en las que no estás preparado y quieres improvisar alguna forma de magia poderosa.


Los mecanismos de la deriva son sencillos. Estás intentando caminar entre mundos y traer algo útil. Es en esencia un viaje chamánico que tiene lugar en tiempo real, como el opuesto al concepto de viaje interno (como los trances de percusión de tribus indígenas como los jíbaros). La deriva te fuerza fuera de tu cómodo templo con calefacción central y te pone en el mundo como muy pocas prácticas en lo oculto. Saca tu magia al mundo, en un sentido muy real y muy físico.


Una deriva puede empezar de muchas maneras, dependiendo de la situación y el intento. A veces las derivas pueden ser espontáneas. Si has internalizado la práctica lo suficiente, no es raro verte arrojado a una deriva chamánica virtualmente en cualquier momento. Salir a por un brik de leche, volver a casa desde el pub o ir de tiendas pueden transformarse a menudo en magia fuerte de un minuto al otro. La deriva espontánea puede afilar tu sensibilidad y adapatabilidad a un grado muy alto, pero para obtener los mejores resultados, tienes que ser capaz de recibir y filtrar “información” de forma efectiva. La deriva es una práctica oculta de alto riesgo en lo que respecta a tu salud mental, ya que favorece un nivel de apertura a la comunicación espiritual que puede dar miedo. Antes de que te des cuenta, eres ese tipo loco que habla con cosas invisibles por la calle y busca en las papeleras secretos ocultos. Esto va bastante unido a esta forma de trabajar, así que para empezar, es bastante útil aprender un método de activarlo y desactivarlo.


Es importante recordar que lo que estás haciendo es intentando “caminar entre mundos”, con el énfasis en la palabra “entre”. Es relativamente fácil acabar en caída libre con esta práctica y convertirte rapidamente en un paranoico lunático, pero no es lo que se pretende. Es tu habilidad como hechicero lo que te permite navegar con seguridad las áreas más salvajes de la consciencia y traer algo útil de vuelta. Para conseguir asentar la práctica de la deriva, has de desarrollar suficiente capacidad a la hora de mediar entre tu existencia normal del día a día y la experiencia hiper-real chamánica.
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